Siglo y medio de historia
La historia de la industria química y farmacéutica leonesa tiene históricamente su punto de arranque en la fábrica de los Merino en el barrio de San Lorenzo a principios del siglo XIX, aunque aquella primera Sociedad Leonesa de Productos Químicos no se constituyó como tal hasta 1903. Con el inicio del siglo se constituyó también la Sociedad Papelera Leonesa, adquirida en 1933 por la Unión Química Española para fabricar productos también médicos. En 1941 la compró Juan Abelló, cuyos productos farmacéuticos fueron evolucionando hasta la producción en los años 70 de los populares Frenadol, Citrovit y Prevalón.
Una especialización en granulados de la que se deshizo tras iniciar la aventura de Antibióticos su hijo, también Juan Abelló, ya con la ayuda de Mario Conde. Nacida por decreto para la fabricación de penicilina y antibióticos, fue cabeza del imperio mundial de estas fabricaciones hasta que las artimañas empresariales la pusieron en manos de empresarios italianos, en un bodevil que lamentablemente parece no tener fin.
Mientras tanto en 1941 se constituyó, de la mano de Industrias y Almacenes Pablos y de la Facultad de Veterinaria, Sueros y Vacunas, Syva, hoy en el Parque Tecnológico, con un brillante historial investigador y empresarial y a la espera de tiempos mejores para ampliar su proyecto.
Poco después el profesor Santos Ovejero del Agua compró Laboratorios Villamor para crear Laboratorios Ovejero, puntera en el desarrollo de compuestos de sanidad animal. Son parte de las históricas. En 2006 desembarcó en León el grupo Chemo con León Farma, en el polígono de Navatejera. Dedicada a los compuestos hormonales, no ha dejado de crecer e invertir durante la crisis.
El Parque Tecnológico, pese a la ralentización de su desarrollo, acoge además de empresas históricas como Syva otras nuevas como Genhelix o spin off como Biomar, con raíz en Antibióticos y antecedeentes en la exitosa Pharma Mar, también con origen leonés y vinculación con los investigadores de aquel puntero Antibióticos.
Empresas como Bioges Starter o Norel siguen la estela de un negocio que tiene en los institutos de la Universidad un fuerte apoyo.
Ahora el potencial biotecnológica se amplía con la apuesta personal de un leonés que ha triunfado en el mercado de la investigación y producción con el grupo Gadea, que desembarca también en el Parque Tecnológico.