El CNI descarta que la NSA haya espiado las comunicaciones de Rajoy
Los diputados que escucharon al general Sanz salen tranquilos y satisfechos.
Mariano Rajoy no ha sido espiado por los servicios de inteligencia de Estados Unidos ni de otro país. Así lo aseguró el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que compareció ayer a puerta cerrada en el Congreso para informar a los diputados sobre su conocimiento del escándalo del espionaje a políticos europeos realizado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana y sobre la presunta entrega por parte de la inteligencia española a este departamento de millones de datos sobre comunicaciones interceptadas por sus agentes. Su comparecencia dejó, al decir de los portavoces parlamentarios, bastantes certezas, pero también alguna incógnita. Los diputados, en general, salieron tranquilizados y satisfechos de la reunión.
La certeza que el general Félix Sanz Roldán expresó quizás con más contundencia, dijo estar seguro «al 99,9%», fue que las comunicaciones del presidente del Gobierno no han sido espiadas ni por el NSA ni por ningún otro servicio secreto extranjero. Rajoy habría corrido mejor suerte que su colega alemana Angela Merkel o la brasileña Dilma Roussef que, según los documentos de la inteligencia norteamericana filtrados por su ex empleado Edward Snowden, habrían tenido pinchados sus teléfonos, en el caso de la canciller alemana desde que era jefa de la oposición. La duda que lleva al CNI a mantener el prudente 0,1% es que Rajoy hubiese hablado con alguien que sí tuviese pinchado el teléfono, momento en el que pudo ser escuchado. Nada dijo, sin embargo, sobre José Luis Rodríguez Zapatero, en cuya última etapa como presidente Sanz llegó al mando de la agencia.
Por el contrario, la mayor de las incógnitas que dejó sobre la mesa de la Comisión de Secretos Oficiales fue qué actividades desarrolla en España el espionaje estadounidense y si estos agentes han podido interceptar o controlar las comunicaciones de otros políticos al margen de Rajoy como, según Snowden, habría ocurrido con 35 dirigentes europeos. De hecho, la duda motivó que toda la oposición exigiese al Gobierno que urja a la Administración de Barack Obama a que conteste ya si espió o no a los españoles.
Embajada ‘limpia’
No contestó ni sí ni no a la pregunta de si la NSA ha actuado ilegalmente en España. Se limitó a decir que los agentes norteamericanos estén donde estén solo se rigen por la leyes de su país, el ‘Acta Patriótica’, mucho más generosa en el asalto a las comunicaciones, y que no siempre avisan al CNI de su presencia en España. Para compensar dio dos datos. Que en los últimos años España ha expulsado a nueve agentes extranjeros por actividades «irregulares» y que, al menos desde junio pasado, la embajada de Estados Unidos en Madrid no tiene sistema de espionaje de comunicaciones. Nada dijo sobre sedes no oficiales, bases militares o navíos de guerra.
Lo que sí afirmó tajante fue que el CNI no espía conversaciones de políticos o empresarios españoles ni realiza controles masivos de comunicaciones por teléfono, Internet o redes sociales en territorio nacional. Cada intervención de comunicaciones debe ser autorizada explícitamente por un juez del Tribunal Supremo, cosa que no ocurre ni un millar de veces al año. Sanz Roldán quiso dejar claro que los tiempos de las escuchas ilegales del Cesid, que llegaron a afectar incluso al rey, son historia. «El CNI no sale de caza; no utiliza atajos», sentenció, según fuentes parlamentarias.
El general no negó que el CNI haya entregado metadatos sobre pinchazos de comunicaciones a la NSA, como indican los papeles de Snowden.