La infanta Cristina siguió ligada a la trama de Nóos al menos hasta 2011
. . Cuando los duques decidieron marcharse a EE UU dejaron al frente de Aizoon a los contables de la trama .
Nuevas pruebas apuntan contra la infanta Cristina. Correos electrónicos, hasta ahora inéditos, recuperados de los servidores del Instituto Nóos revelan que la hija del rey estuvo ligada a la trama que lideraban Iñaki Urdangarín y Diego Torres, al menos, hasta octubre de 2011, semanas antes de que saltara el escándalo a la luz pública con el registro en Barcelona de la sede de la entidad.
Se trata, en su gran mayoría, de ‘emails’ que se cruzaron durante años Luis y Marco Tejeiro, contables de la trama Nóos y cuñados de Diego Torres. En ellos se da cuenta de que ambos gerentes no solo controlaron hasta el final las declaraciones de Hacienda del matrimonio Urdangarín-Borbón, a los que consideraban dos sociedades más dentro del entramado Nóos, sino que tenían acceso incluso a los gastos personales de la tarjeta Visa de la hija de don Juan Carlos.
El último de estos correos es delicado para la infanta. Está fechado el 17 de octubre de 2011, solo 20 días antes del registro de la sede de Nóos. El asunto del mensaje es «IVA Cristina de Borbón y Urdangarín» y en ese correo el contable Luis Tejeiro pregunta a dos de sus colaboradores sobre los gastos que cada uno de los miembros de la pareja ha imputado como si fueran empresarios. «No veo el 036 [declaración de alta en el ‘Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores’] ni de uno ni de otro de principios de años ¿Se hizo?», pregunta el contable imputado.
Los correos revelan que esa no era la primera vez que la trama se ocupaba de las declaraciones de la hija del rey y del pago de su IVA, un impuesto que nada tiene que ver con su actividad como empleada en La Caixa.
Pero hay mucho más en esos ‘emails’ que alguien intentó borrar de los servidores del Instituto Nóos. Otros correos desvelan que cuando los duques de Palma decidieron marcharse a Estados Unidos dejaron al frente de Aizoon a los contables de la trama y no a Mario Sorribas, el amigo de Urdangarín que figuraba como apoderado de la firma que sirvió supuestamente para desviar a bolsillos privados más de 840.000 euros de dinero público.