El presidente Fabra asegura que el cierre de Canal 9 es «innegociable»
El Gobierno de Rajoy avala la decisión porque hay que priorizar el uso de los recursos.
Los trabajadores, por fin, pasaron a la acción. Después del ‘shock’ que supuso conocer que su empresa echaba el cierre, la plantilla de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) decidió protestar de la mejor forma que sabe: haciendo televisión y radio. Después del informativo de las 14.00 horas, donde los presentadores aparecieron al final rodeados por su compañeros como en la edición nocturna del martes, comenzó a las 15.30 horas un programa especial en defensa de un canal autonómico al que apenas le quedan dos meses de vida. «Qué nos roban si cierran RTVV», señaló Amàlia Sebastián para explicar el por qué de esta programación especial de Canal 9 que sustituye a los habituales programa de cocina y películas. A su vez, en Radio 9 también comenzaba un magazín, en este caso la hora de comienzo fue a las 15.00 horas, en defensa de un ente autonómico criticado en numerosas ocasiones por su cercanía al poder y sus extrañas decisiones, como no informar del caso de los trajes del ex presidente Francisco Camps.
Un poder político que decidió finiquitar 24 años de medios públicos tras el fallo del Tribunal de Justicia de la Comunidad Valenciana que anulaba el ERE. Y un cierre que defendieron tanto el Ejecutivo regional como el central con el mismo argumento: si no hay dinero, hay que priorizar en otras partidas presupuestarias. El presidente de la Generalitat valenciana llevó el ejemplo al extremo. «No voy a cerrar un colegio o un hospital para mantener Radiotelevisió Valenciana», aseguró Alberto Fabra. «No tenemos 40 millones de euros para satisfacer la readmisión (de los mil trabajadores)», apuntó a continuación el presidente valenciano en el Palau de la Generalitat mientras en el exterior arreciaban las protestas de los trabajadores del ente. Fabra esgrimió que para hacer sostenible a la corporación era necesario reducir en dos tercios los 183 millones de presupuesto y que la decisión judicial que obliga la readmisión lo hace inviable.
Para explicar esta decisión del Consell, el vicepresidente, José Ciscar, solicitó su comparecencia voluntaria en las Cortes regionales para explicar los motivos que han desembocado en la clausura de los medios de comunicación públicos.
Antes de que se hiciera pública esta decisión, Fabra telefoneó tanto al presidente del Gobierno como al ministro de Hacienda para comunicarles el cierre. Empero, recalcó que no lo hizo para solicitar más fondos a Mariano Rajoy o a Cristóbal Montoro para evitar tomar la decisión «más difícil» desde que sustituyó a Camps en verano de 2011. «No hay marcha atrás. Es innegociable», insistió Fabra, que recibió el apoyo del titular de Industria, Energía y Turismo. «Si no hay recursos suficientes para todo hay que priorizar y me parece muy bien la prioridad del presidente Fabra. Estamos en un momento de restricción de recursos públicos», indicó José Manuel Soria. «Estoy totalmente de acuerdo con Fabra», apostilló.
Mientras el presidente valenciano insistía en su postura, el comité de trabajadores de RTVV le pedía más diálogo porque los medios de comunicación son «viables y tienen futuro». En el mismo sentido se expresaron los socialistas, que prometieron reabrir Canal Nou en cuanto gobiernen.