Diario de León

Estrasburgo obliga a la excarcelación del mayor depredador sexual español

Pablo García Ribado sale a la calle al tiempo que el violador del ascensor .

Pedro Luis Gallego Fernández, el violador del ascensor, a su salida de la prisión.

Pedro Luis Gallego Fernández, el violador del ascensor, a su salida de la prisión.

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m. sáiz-pardo | (colpisa) madrid

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«Es la peor pesadilla posible hecha realidad. Pablo García Ribado de nuevo en la calle. y otros muchos excarcelados con perfiles igual de preocupantes y todos al mismo tiempo». La frase de un mando de la Jefatura de Policía de Madrid resume la tremenda preocupación que para las fuerzas de seguridad supone la puesta en libertad en las últimas horas del violador del portal, el mayor depredador sexual de la historia reciente de España, y de otro puñado de delincuentes muy parecidos, todos ellos por la aplicación del fallo de la corte de Estrasburgo que tumba la doctrina Parot.

El currículum de García Ribado, no obstante, no tiene parangón. Entre la Nochebuena de 1990 y el 9 de octubre de 1993, en menos de tres años, violó en Madrid a 74 mujeres, cometió otras seis agresiones sexuales y asaltó a otras diez víctimas para robarles, en muchas ocasiones acompañado de su amigo Antonio Barroso Mingo. Su captura a finales de 1993 supuso un verdadero alivio para las miles de vecinas de los céntricos distritos de Salamanca, Moratalaz y Ventas, donde siempre actuaba a la caída de la noche, tras salir del taller mecánico en el que trabajaba.

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid le condenó en septiembre de 1996 a 1.721 años, una pena récord en el derecho español para un violador en serie. Una abultada condena que, no obstante, con las redenciones previstas en el Código Penal le hubiera supuesto la libertad en abril de 2010, después de solo 17 años y 41 días entre rejas. Sin embargo, la Audiencia Provincial, la misma que el miércoles ordenó su excarcelación siguiendo las instrucciones del Supremo y las recomendaciones de Estrasburgo, le aplicó la doctrina Parot posponiendo su puesta en libertad hasta octubre de 2023, cuando habría cumplido 30 años íntegros en la cárcel.

Los mismos jueces que le condenaron y que posteriormente le alargaron el tiempo entre rejas, apelando al fallo de Estrasburgo, «declararon extinguida la responsabilidad penal» de García Ribado, que el miércoles abandonó la cárcel de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real, tras cumplir dos décadas en prisión.

La «declaración de extinción de responsabilidad penal», explicaron mandos policiales, impide legalmente cualquier seguimiento preventivo al violador del portal, que en la actualidad cuenta con 44 años.

La misma situación de impotencia sienten las fuerzas de seguridad ante las otras excarcelaciones de presos afectados por la doctrina Parot que ayer salieron a la calle. Una avalancha de excarcelaciones de delincuentes potencialmente muy peligrosos que preocupa a los responsables de Interior, mucho más allá que la puesta en libertad de unos miembros de ETA que no tienen capacidad de reintegrarse en una banda terrorista que no existe en la práctica.

Casi al mismo tiempo que el violador del portal dejaba Herrera de la Mancha, otro violador, el del ascensor, Pedro Luis Gallego Fernández, se enteró que la Audiencia Provincial de Burgos lo dejaba en libertad. Gallego fue condenado a 273 años de cárcel por la violación y asesinato de Leticia Lebrato, de 17 años, en Valladolid, y de Marta Obregón, de 19 años, en Burgos. Además, ultrajó a otras 19 mujeres. El violador del ascensor, que fue detenido en 1992, hubiera salido a la calle con los beneficios penitenciarios en 2008, pero el tribunal burgalés, tras aplicarle la doctrina ahora derogada por la corte internacional, fijó su salida en 2022.

Junto a los violadores, ayer recuperaron la libertad tres asesinos múltiples. Dos de ellos son los ex policías Manuel Lorenzo Vázquez y Jesús Vela Martínez, condenados por el cuádruple crimen de Nigrán, en Pontevedra. El otro asesino liberado es Antonio Seco Martínez, ‘El Seco’, o más conocido aún como el asesino de Villarobledo. El Seco mató a tres personas entre 1991 y 1993 en Albacete y Villarrobledo.

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