Fernández Díaz pide disculpas tras acusar de pasividad a la Ertzaintza
Las dudas sembradas por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sobre la actuación de la Ertzaintza en los homenajes a etarras recientemente excarcelados y el rebrote de la violencia callejera han levantado auténticas ampollas en el Gobierno vasco. Al más alto nivel. El ministro se vio obligado a llamar ayer a la consejera vasca en la materia, Estefanía Beltrán de Heredia, para disculparse después de que el lehendakari , Iñigo Urkullu, transmitiera por carta su enfado al presidente del Gobierno y le exigiera una rectificación «en toda regla», según fuentes del departamento de Interior vasco.
Fernández Díaz -que en los últimos días había sido cuestionado por UPyD y algunas asociaciones de víctimas a cuenta de la falta de reacción ante recibimientos como los que esta semana organizaron en Elorrio y Galdácano a ‘Kubati’, el asesino de ‘Yoyes’, o el responsable de la muerte de un niño de tres años Francisco Javier Martínez Izagirre, para quien hubo incluso fuegos artificiales- se lavó las manos el viernes y apuntó con dedo acusador a la policía autonómica. «Con la Policía o la Guardía Civil no se habrían producido», llegó a afirmar.
El ataque conllevaba una recriminación a la autoridad política vasca. No en vano, él mismo remarcó que la razón por la que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado habrían actuado era que él les habría dado la orden de hacerlo y siempre han dado muestras de su efectividad en la ejecución de lo mandado. Dicho de otra manera, estaba acusando directamente al gobierno del PNV de mirar para otro lado.
En su carta, Urkullu, tachó sus palabras de «absolutamente inadmisibles, falsas, injustas e impropias de un Gobierno que se precie». Sus reproches se unen al comunicado que ya hizo público en la misma tarde del viernes la consejera de Interior y en el que, entre otras cosas, argumentaba que la Ertzaintza tiene «todos los dispositivos activados para actuar en caso de que se vulnere la ley» y aseguraba que ya ha realizado «inspecciones oculares, levantando atestados y practicando detenciones y, sobre todo, investigando qué está ocurriendo y por qué», tras los ataques a las sedes del Partido Popular.