La Otan también cierra las puertas a una hipotética Cataluña independiente

Después de que el Gobierno español, diferentes dirigentes de la Comisión y el Parlamento de Europeo hayan dejado claro en las últimas semanas que una hipotética Cataluña independiente quedaría fuera de la Unión Europea, la Otan se refirió ayer por primera vez a lo que le pasaría a un nuevo estado surgido de uno que ya es miembro respecto a su continuidad dentro de la Alianza Atlántica. De entrada, una vez que se consumase la secesión, se vería excluido de la coalición de defensa colectiva integrada por 28 naciones de Europa y Norteamérica. Y si quisiera reingresar como socio de pleno derecho, precisaría del consenso de los 28 estados miembros, España y Reino Unido incluidos, algo parecido a lo que ocurre en el proceso de adhesión a la UE.

«En general, para que cualquier nación se incorpore a la Alianza necesitaría obtener el consenso de todos los aliados de la Otan», expresó su portavoz, Oana Lungescu. «Cualquier petición de este tipo tendría que ser aprobada por todos los países de la Otan siguiendo los procedimientos normales», añadió. Días después de que Mariano Rajoy y David Cameron aunasen criterios sobre los procesos soberanistas, por primera vez, la Otan dejó clara su postura oficial -lo hizo a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa- y negó además que esté negociando la adhesión de Escocia, a pesar de que el Gobierno de Edimburgo asegura que ya ha iniciado conversaciones.

«Intoxicaciones»

En cualquier caso, la posición de la Alianza supone un nuevo revés para el proceso soberanista catalán por parte de un organismo internacional. Los obstáculos se le acumulan a Artur Mas, que califica de «intoxicaciones» las voces que sitúan a Cataluña fuera de la UE, que no acaba de lograr un acuerdo con el Gobierno central para celebrar una consulta legal y que ve que cada vez tiene menos apoyos internos en Cataluña.