«Mi marido lloraba porque era la herencia de su madre»
Escritura de novación de una hipoteca.
«Mi hija se quedó en el paro y una vez que se separó no llegaba para todo; no dejó de pagar nunca, pero fue acumulando pagos y la embargaron», cuenta M. V. Desde el banco les presionaban: «Corre muchísima prisa porque os llevan el piso y vuestra casa», cuenta. Ella y su marido eran los fiadores y cuando empezó el proceso quisieron poner a salvo su vivienda haciendo una donación a las otras hijas.
Fue en la notaría donde le informaron de que existía la posibilidad de reestructurar la hipoteca a través de la asociación recientemente creada. «Al día siguiente vinimos a hablar con Victoria» y al cabo de una semana presentaron el doble expediente —por ser dos viviendas las que habia en peligro— en el banco. Cuando les comunicaron que lo habían aceptado «mi marido lloraba porque es la casa que heredó de su madre».