El arquitecto y el exgerente atribuyen a Bárcenas el pago de las obras del PP
«Estoy tratando de encontrar una explicación lógica», respondió el instructor a Urquijo.
Luis Bárcenas era el encargado de aprobar los presupuestos y los pagos de las obras de la sede nacional del PP, en la calle Génova 13 de Madrid. Esta es la tesis que mantuvieron el arquitecto Carlos Urquijo y el exgerente del partido Cristóbal Páez, los dos imputados en la causa por la supuesta contabilidad B de los populares que este lunes declararon ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Pese a todo, el magistrado mantuvo firme su convicción de que hubo entregas en dinero negro y que los dos acusados y el propio Bárcenas están implicados.
Páez, imputado por fraude fiscal y falsedad documental, declaró al instructor que era Bárcenas «quien controlaba» los pagos de la remodelación de la sede, que se extendió desde 2005 hasta 2011, y que él se dedicaba a supervisar la ejecución de la obra, nada más. «Ni he visto ni me consta que se pagara en B», señaló el exgerente del PP.
Por su parte, Urquijo, el arquitecto responsable de las reformas, negó en su declaración haber cobrado parte en dinero negro, pese a que el juez y la Policía Judicial cifran la cuantía en más de un millón de euros. No obstante, el imputado por fraude fiscal y falsedad documental defendió que todos los pagos se hicieron mediante talones y transferencias, nunca en mano y sin justificar.
En el caso de Páez, que declaró durante dos horas, ratificó lo que ya dijo en sede judicial en agosto; esto es, que él había recibido dos entregas en B por tareas de asesoramiento en el partido, 12.000 euros en total de manos de Bárcenas. Sin embargo, se desentendió cuando le preguntaron por el sistema de cobro de los trabajos en el edificio de Génova 13 pese a que hay al menos una factura entregada por el PP en la que aparece Páez como ordenante del pago.
La estrategia de Urquijo no fue tan individualista y se acercó, más bien, a la tesis mantenida por el PP en el informe que presentó el pasado viernes ante la Fiscalía Anticorrupción, en el que rechazó los indicios apuntados por el juez y la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) de la Policía y aseguró que todos las cuentas están en la contabilidad oficial.
El responsable de la empresa Unifica Servicio Integrales declaró durante tres horas y media. Afirmó que todas las formas de cobro las negociaba con Páez y con el jefe de seguridad del PP, Antonio de la Fuente, cuñado de Bárcenas. Con el extesorero dijo que solo había hablado «cuatro veces» por teléfono y que en una de esas llamadas éste le ordenó desde un taxi escribir un recibí de 200.000 euros de la obra de la planta cuarta de Génova 13. Una anotación, precisamente, que apareció entre los documentos incautados en el registro policial de Unifica realizado el 27 de septiembre.
Urquijo no aclaró con precisión por qué llegó a escribir hasta 80 correcciones en las facturas que le enviaba el PP. Sí dijo, según fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio, que desde la tesorería le llamaban con asiduidad para cambiar algunos términos de las notas y anular otros, dado que era una obra muy larga y costosa y siempre hay que hacer correcciones en los pagos.
En esto coincidió con el escrito de los populares a Anticorrupción, en el que cargaban con dureza contra la Udef por su versión «parcial» de los hechos. En ese escrito, el abogado del PP señaló que «es habitual» que en todas las reformas de ese calibre se cambie el presupuesto sobre la marcha.
Sin embargo, al juez Ruz no le debió parecer acertada su explicación y menos el argumento de por qué tenía recibís de los pagos si supuestamente cobró con talones y transferencias. «Estoy tratando de encontrar una explicación lógica y no la encuentro; esa es su versión pero yo tengo la mía», espetó el instructor al imputado.