Diario de León

Más de 150 subsaharianos irrumpen en Melilla entre gritos de victoria

Las redadas, la climatología y la mayor presión migratoria hace presagiar más tensiones.

Melilla vive desde hace meses una extrema presión migratoria que mantiene en alerta constante a las fuerzas de seguridad.

Melilla vive desde hace meses una extrema presión migratoria que mantiene en alerta constante a las fuerzas de seguridad.

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j. blasco de avellaneda | melilla
León

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Más de 150 inmigrantes han conseguido entrar a Melilla al superar la valla que separa la ciudad de Marruecos. El salto tuvo lugar en torno a las 06.20 horas entre los pasos fronterizos de Beni Enzar y el Barrio Chino, por la zona marroquí en la que se encuentra el cementerio de Moularis. El intento de entrada irregular fue protagonizado por más de 200 inmigrantes y la gran mayoría logró saltar el triple vallado de más de seis metros de altura.

Una vez en suelo español, el grupo se dividió en dos que por separado recorrieron las calles de los barrios adyacentes buscando el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti). Mientras caminaban se despojaban de las ropas de abrigo utilizadas para no cortarse con las concertinas. Un reguero de ropas ensangrentadas revelaba su paso.

Los inmigrantes, todos varones de entre 17 y los 30 años, oraban sin parar en voz alta y gritaban «bosa, bosa», que significa victoria en lengua fula, un idioma africano muy extendido en Senegal, Guinea, Malí, Burkina Faso o Camerún, los países de donde proceden.

Cinco inmigrantes permanecieron hasta pasadas las 11.30 horas encaramados en lo alto de la valla interior, la que da al lado español. Se negaron a bajar por miedo a ser expulsados a Marruecos por las fuerzas de seguridad españolas. Al final, y tras la insistencia de los efectivos de Cruz Roja, descendieron y pudieron ser auxiliados.

Heridos

Ningún agente de la Guardia Civil resultó herido, mientras que más de una treintena de subsaharianos tuvieron que ser atendidos por los servicios de emergencias y por la enfermería del Centro de Inmigrantes con diversos cortes, contusiones y luxaciones. Al menos seis de ellos fueron derivados al Hospital Comarcal por esguinces, traumatismos y fracturas.

Sobre las 09.00 horas, después de que los trabajadores del Ceti les proporcionaran ropa y desayuno, acudieron a la Jefatura Superior de Policía de Melilla donde, según marca el Régimen General de Extranjería, se les ha abrió un expediente de expulsión y se les proporcionó un número temporal para poder acceder al centro de acogida. Los inmigrantes que no lograron su objetivo, un total de 58, según fuentes oficiales marroquíes, fueron atendidos por las fuerzas auxiliares alauíes que los trasladaron a 50 a dependencias policiales en un autobús, mientras que los otros ocho requirieron asistencia sanitaria en el Hospital Provincial Hassani de Nador.

Las organizaciones que trabajan en defensa de los derechos humanos a ambos lados del vallado fronterizo explicaron que esta entrada se debe a la fuerte presión policial en los campamentos de la provincia marroquí de Nador, que junto al descenso de temperaturas y el anuncio de lluvias, propiciaron el salto «y puede que algunos otros en los próximos días», asegura José Palazón, presidente de Prodein.

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