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Interior eleva a 80.000 los inmigrantes que esperan en el Magreb para entrar

Fernández Díaz asegura «España tiene la capacidad de acogida que tiene».

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz en un acto en Barcelona celebrado ayer.

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A. Azpiroz | Madrid
León

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Los cálculos del Ministerio del Interior apuntan a que 80.000 inmigrantes ilegales esperan en Marruecos y Mauritania una oportunidad para cruzar las fronteras de Ceuta y Melilla. Un día después de denunciar ante sus homólogos de la Unión Europea la presión extrema que viven las ciudades autónomas y pedir una ayuda adicional de 45 millones de euros para combatirla, Jorge Fernández Díaz aportó una cifra de subsaharianos indocumentados que supera con creces cualquier estimación realizada con anterioridad.

El titular de Interior aseguró ayer que hay 40.000 inmigrantes ilegales en Marruecos procedentes de países del África subsahariana. A ellos se suma un número similar que se encuentra en el sur del país vecino y también en Mauritania, y que aguarda para cruzar las fronteras de Ceuta y Melilla. «Tenemos una oleada de inmigración de miles y miles de personas que pretenden llegar a España y la Unión Europea», alertó el ministro en un acto en Barcelona con oficiales de la Policía, en el que garantizó que el Gobierno no va a renunciar al derecho y al deber de controlar sus fronteras. «Ceuta y Melilla van a seguir siendo custodiadas para evitar que se entre en el país de manera ilegal», dijo. También acusó a las mafias ilegales de la actual situación que, explicó, «están muy pendientes de lo que pasa en España».

El ministro se refería así a la polémica surgida a raíz de la muerte de 15 inmigrantes que se ahogaron cuando intentaban alcanzar Ceuta a nado. Una tragedia por la que la oposición ha exigido una investigación parlamentaria y por la que desde la Comisión Europea se ha llegado a responsabilizar a la Guardia Civil. En esta línea, destacó que estos grupos de traficantes de personas «saben que se ha cuestionado la labor de la Guardia Civil, de las divisiones políticas y entienden eso como una muestra de debilidad y están diciendo que ahora o nunca».

Aunque el ministro señaló que comprende el drama que supone la inmigración ilegal, aclaró que «España tiene la capacidad de acogida que tiene y nadie le puede exigir que resuelva todas esas desigualdades injustas y abra sus fronteras».

Una cifra a discusión

El ministro apuntó que las cifras hechas públicas provienen de datos recabados por el Centro Nacional de Inteligencia que coinciden con los barajados por las autoridades marroquíes, con las que se mantiene un estrecho contacto en la materia.

Hasta ahora nunca se había citado un número tan alto de inmigrantes a la espera de entrar en las ciudades autónomas. «No tenemos los datos de las fuentes que ha citado el ministro, pero se trata de un número muy elevado que no cuadra con la experiencia de las ONG sobre el terreno», afirmó en respuesta a Fernández Díaz y con incredulidad Carlos Arce, coordinador del área de inmigración de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Arce alude a las dimensiones de los montes vecinos a Ceuta y Melilla donde se esconden los subsaharianos y que son de pequeñas dimensiones. Por una simple cuestión de espacio, sostuvo, no pueden albergar más que algunos cientos o como mucho unos pocos miles de personas.