Zouhier sale de prisión el domingo y la expulsión a su país está en el aire

Rafa Zouhier, el marroquí condenado a diez años de prisión por colaborar en la venta de los explosivos que causaron los atentados del 11 de marzo de 2004, saldrá este domingo de la prisión de Puerto I de Cádiz tras cumplir íntegra su pena.

Zouhier quedará así en libertad pero su situación legal en España sigue sin aclararse. Por un lado, la sección segunda de la Audiencia Nacional dictó hace unos días un auto de licenciamiento en el que dejaba en manos de la Policía Nacional de Cádiz la decisión de expulsar a Marruecos al acusado por estar en situación irregular.

Las fuentes policiales consultadas en el tribunal central son tajantes: «El domingo cuando salga de prisión será detenido y tendremos un avión preparado para llevarlo a su país», señalan. Pero el caso no es tan sencillo, ya que Zouhier se casó en septiembre pasado con una española, lo que le puede servir al condenado para, convertido en marido de una ciudadana comunitaria, obtener el permiso de residencia en España o al menos impedir su expulsión al tener arraigo familiar aquí.

El ministro de interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró ayer que su departamento trabaja para que Zouhier sea expulsado nada más ser excarcelado, aunque admitió que si el condenado adopta alguna iniciativa en el marco de la ley para quedarse el Gobierno la tendrá que «acatar». Asimismo, consideró en una entrevista en la Cope que es muy razonable la petición de las víctimas para que se adopten contra él medidas de control y alejamiento, pero el Código Penal de la época no lo contempla.

Carta

El ex confidente de la Guardia Civil ha escrito una carta en la que confía en que algún día se sepa «la verdadera verdad» de la tragedia terrorista. En la misiva dice que sale «de la injusta condena con la conciencia superlimpia».