Diario de León

ESPAÑA

Un yihadista convirtió Melilla en un centro de captación de Al Qaeda

En la primera operación antiterrorista hispano marroquí fueron detenidos siete activistas

Traslado de uno de los tres detenidos en el marco de la operación policial en Melilla.

Traslado de uno de los tres detenidos en el marco de la operación policial en Melilla.

Publicado por
Melchor Sáiz-Pardo | Madrid
León

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Un conocido agitador radical melillense había convertido la ciudad autónoma en uno de los principales centros de captación mundial de muyahidines para tres franquicias distintas de Al Qaeda. Mustafá Maya Amaya, minusválido postrado en una silla de ruedas, usaba Internet para reclutar voluntarios a los que, tras entrevistar, mandaba a hacer la guerra santa a zonas calientes de Siria o Mali. Los servicios de Información de la Policía, con la colaboración por primera vez de las agencias de seguridad marroquíes, detuvieron ayer al cabecilla de esta red y a tres de sus acólitos en sendas redadas en los barrios de La Cañada (Melilla) y Las Delicias y La Paz (Málaga). Otros tres activistas fueron capturados en territorio alauita.

La sospechosa actividad de Maya, nacido hace 51 años en Bruselas de padres españoles, era seguida desde 2010 por la Policía, por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), por el FBI estadounidense y por los servicios secretos marroquíes. Su proselitismo extremista no era novedad. En octubre de 2001, solo días después de los atentados del 11S en Estados Unidos, la Fiscalía abrió diligencias contra él por ocupar ilegalmente la mezquita de la calle San Agustín de Málaga, ciudad en la que residió antes de marcharse a Melilla, y colgar en su fachada un panfleto en el que defendía el trato vejatorio que los talibán dan a las mujeres en Afganistán.

Pero su extremismo hace tiempo que se había convertido en proselitismo. A través de su blog ‘Dormir et dormir’, a partir de 2011 comenzó a facilitar ‘link’ de algunas de las páginas más conocidas de Al Qaeda. Luego pasó directamente a la captación de muyahidines en Europa.

Según Interior, él mismo los seleccionaba, contactaba directamente con ellos y les facilitaba todo tipo de contactos en países como Marruecos, Bélgica, Francia, Túnez, Turquía, Libia, Mali, Indonesia o Siria para integrarse en alguno de los tres grupos de Al Qaeda para los que trabajaba como reclutador: Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), Jabhat Al Nusra (JN) y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). En esas organizaciones, los reclutas de Maya se convirtieron en activistas de a pie, dirigentes, cerebros de atentados, participantes en ejecuciones públicas en zonas en conflicto o en masacres de población civil, así como secuestros de periodistas o personal extranjero dedicado a la ayuda humanitaria. Algunos de los hombres del melillense han muerto durante los últimos años, aunque otros han logrado regresar a salvo tras pasar por Siria, el norte de Mali o Libia.

El desencadenante de la operación fue precisamente cazar infraganti a los dos últimos muyahidines reclutados por Maya, los franceses Paul Cadic y Farik Cheikh, a los que el captador estaba alojando en su casa de La Cañada, en Melilla, a la espera de salir rumbo a Siria de manera inminente. Al mismo tiempo, los funcionarios capturaron en Málaga al tunecino Chafik Jalel Ben Amara Elmedjeri, a quien Interior acusa de ser el falsificador de la célula. También Ben Amara era un viejo conocido de los servicios antiterroristas españoles, pues había sido detenido en febrero de 2006, acusado de pertenencia a organización armada.

La Policía española estuvo coordinada en todo momento con los efectivos de la Direction Générale de Surveillance du Territoire (DGST), quienes arrestaron de forma paralela en el pueblo de Laroui, donde había vivido Maya, a tres de sus colaboradores: Tarik Ahnin, Soufian el Moumni y Mohamed Karraz. El ministro del Interior aseguró que la célula desarticulada era, «sin duda, la más activa e importante de España y, sin duda también, una de las más activas e importantes de Europa en estos momentos».

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