El vallado de Melilla cumple 15 años con sucesivas modificaciones
Melilla pertenece a la Corona de Castilla desde el 17 de septiembre de 1497. Más de 516 años de historia en los que, hasta 1999, nunca había necesitado una valla para separarse o defenderse del resto del continente africano que la rodea.
Con tan sólo 15 años de vida, la valla ha pasado a convertirse, por desgracia, en el centro mediático no solo de la ciudad sino de toda la frontera sur europea que ha visto cómo cuanto más se levanta la alambrada más intensos son los intentos por superarla.
En 1993, comenzaron a llegar a Melilla los primeros inmigrantes subsaharianos con cuentagotas. Una vez en suelo español, se instalaban en el edificio del antiguo Hospital de la Cruz Roja. Allí vivían entre ruinas y escombros y eran atendidos por organizaciones y ciudadanos.
No fue hasta 1998 cuando empezó a levantarse la primera alambrada metálica de tres metros de altura bordeando la recién inaugurada carretera de circunvalación.
En marzo de 1999 se terminaron las llamadas «labores de impermeabilización» de las fronteras terrestres de la Unión Europea en el continente negro. Ese mismo año, el 21 de mayo, se inauguró el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti) dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
En 2004, tuvieron lugar los primeros saltos grupales -denominados «asaltos masivos» por la delegación del Gobierno en Melilla-. Pero fue durante el verano y el otoño de 2005, con la llamada ‘crisis de la valla’, cuando se dieron con mayor frecuencia y el fenómeno de la inmigración irregular en Melilla comenzó a tener una dimensión internacional.
Este año el Ministerio del Interior ordenó el «recrecido» de la valla hasta los actuales seis metros de altura.