Gürtel, el caso del millón de páginas
El juez Ruz intenta embridar este monstruo de investigación para cerrar al menos una parte de la instrucción judicial más complicada de la historia de España consciente de que no se sabrá de dónde salieron los millones.
Calculan en el Juzgado de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional que en estos días la «fiera» ha llegado al millón. O lo que es lo mismo, que el sumario del tronco central del caso Gürtel, apodado la «fiera» por algún funcionario guasón, ya acumula un millón de páginas.
Las cifras y la complejidad de esta causa provocan vértigo a casi todos, pero no al hombre que trata cada día de «domar» a esa «fiera» de papeles y archivos excel y que sigue convencido de que en cuestión de semanas, a lo sumo de meses, pondrá el bozal a esta hidra que cada día tiene más cabezas en más provincias y comunidades. El juez Pablo Ruz se apresta a dar por concluido el caso Gürtel, no así a su vástago, la pieza separada de los papeles de Bárcenas, aun a sabiendas de que no va a poder aclarar muchas de las preguntas claves y con la espina clavada de solo haber podido recuperar una ínfima parte del dinero público desaparecido en los despachos de Francisco Correa y del PP.
Cerrar un sumario en el que todo es «macro» no es cuestión fácil, confiesan en la Audiencia Nacional. «No es que sea un problema manejar los 2.000 tomos que conforman las causa, es que todo es complejo», dicen. Desde notificar a los 80 abogados que representan a los 103 imputados de la causa principal a despachar el día a día de los recursos y apelaciones. Unos trámites que, según los datos oficiales, han provocado ya más de 5.000 «acontecimientos», esto es autos, resoluciones, providencias, oficios… O lo que es lo mismo, el juzgado, a pesar de estar en la recta final de la instrucción, cada día emite una media de tres resoluciones.
Y eso sin contar con que Ruz trata de cerrar el que quizás sea el caso más complejo de la historia judicial española al mismo tiempo que instruye otro sumario íntimamente relacionado, la contabilidad en B de Bárcenas, que cada día da una sorpresa y en el que se investiga una cuestión tan delicada como la supuesta financiación irregular y durante años del partido en el Gobierno.
El apéndice de Gürtel, con poco más de un año de vida, amenaza con crecer con el mismo vigor que el padre. La pieza separada ya anda sola con 45 tomos, más de 22.000 folios y 28 imputados.
Insisten en el Juzgado de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional que una de las cosas que más molesta a Ruz no es tener que instruir a la par estos dos casos, sino cerrar Gürtel sin saber, y lo que es peor sin recuperar, el dinero público que malversaron para sí algunos de los principales imputados como el propio Bárcenas, Correa, Pablo Crespo, Álvaro Pérez ‘El Bigotes’ o los dirigentes del PP madrileño que adjudicaban a dedo actos al entramado Gürtel a cambio de comisiones. Y no será porque Ruz no lo haya intentado y haya removido cielo y tierra, y paraísos fiscales, para buscar el dinero. «El problema es que si esperamos a que nos contesten todas las comisiones rogatorias jamás cerraríamos la instrucción», explican en la Audiencia Nacional.
Hasta el día de hoy, el juzgado ha emitido la cifra récord de 147 comisiones rogatorias (peticiones de auxilio judicial) a un total de 21 países. Suiza, Estados Unidos, Francia, Holanda o Luxemburgo han dado alguna información, mucha en el caso del país helvético, sobre el destino del dinero. Pero hay otros ‘offshore’ como las Antillas Holandesas, la Isla de Man, Cristopher and Nevis, Caimán, Islas Vírgenes, Jersey o Gibraltar que poco o nada han ayudado para saber, por ejemplo, de dónde vinieron y dónde terminaron los 48,2 millones que el ex tesorero del PP llegó a tener en los bancos suizos, según han desvelado las 38 comisiones rogatorias que ha contestado la Confederación Helvética, que, a pesar de su interés en este asunto, solo ha logrado bloquear 10,7 millones de euros.
Ruz, que esta misma semana ha hecho un último intento reclamando a varios bancos todos los movimientos de las cuentas de Bárcenas, su mujer y su hijo, va a tener que cerrar su investigación sabedor de que las comisiones de Correa al ex tesorero no llegan a explicar ni el 2% de la fortuna que éste llegó a tener. Y, sobre todo, consciente de que la Policía tiene la convicción absoluta de que Bárcenas, como gran conocedor de los mercados internacionales, seguramente no puso «todos los huevos en la misma cesta» y no cometió la estupidez de depositar toda su fortuna en los bancos de un país como Suiza, que desde hace casi una década es considerado «cooperante» y que era evidente que estaba dejando de ser un paraíso fiscal.