Ceuta y Melilla se consolidan como la puerta de entrada para la inmigración
Ya antes de las crisis de las vallas, España no podía con las oleadas en las dos ciudades.
Las cifras oficiales confirman la evidencia de que Ceuta y, sobre todo, Melilla se han convertido en la gran puerta de atrás para la entrada en España, y por ende en Europa, de los inmigrantes sin papeles. El balance del Ministerio del Interior de 2013 revela que ambas ciudades, antes incluso de las crisis de las vallas que vienen produciéndose sin respiro desde febrero, ya eran la principal vía de ingreso de los indocumentados, por encima de la llegada en embarcaciones a las costas peninsulares e insulares.
Ceuta y Melilla registraron el año pasado un aumento del 48,5% respecto a 2012 en la llegada de inmigrantes irregulares que accedieron a las dos ciudades a nado, ocultos en vehículos o, sobre todo, tras saltar el perímetro fronterizo. En 2013 entraron en las dos ciudades 4.235 personas en situación irregular cuando en 2012 lo hicieron 2.841. Unas cifras que, sin duda, serán superadas en 2014, cuando se han recrudecido los asaltos a los perímetros fronterizos, con oleadas en las que hasta 200 subsaharianos lograron entrar en territorio español en un solo día.
Las estadísticas del departamento que dirige Jorge Fernández constatan que, incluso antes de las grandes oleadas de este año, las dos ciudades autónomas ya vivían una presión migratoria similar a los peores años de la década pasada en las vallas, el 2001, cuando se produjeron 4.969 entradas irregulares, y 2005, con 5.566 inmigrantes.
El número de inmigrantes sin papeles llegados a Ceuta y Melilla durante el año pasado superó al total de clandestinos que entraron en España por mar en cualquier otro punto de la península o los dos archipiélagos. Y eso, a pesar de que la presión migratoria en el Mediterráneo siguió constante. En concreto en 2013, por medio de embarcaciones alcanzaron las costas españolas no africanas 3.237 inmigrantes irregulares frente a los 3.804 que lo hicieron en 2012. Según recordó Interior, la disminución alcanza el 90,7% respecto a 2006, año en que se registró la llegada masiva de 39.180 inmigrantes irregulares, sobre todo por la llamada ‘crisis de los cayucos’ en las Canarias.
El año pasado, según el análisis del Gobierno y a pesar de los datos negativos de las dos ciudades africanas, se «consolidó» la inversión de la tendencia alcista registrada en 2011. Si en 2012 la reducción de llegadas fue de un 30%, en 2013 se consiguió reducir un 15% adicional.