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«Nos moriremos con la duda»

El hermano del alcalde de Sobrado, Jorge García (UCD), asesinado en 1980, lamenta que el crimen siga sin resolver. Arturo Fernández (PSOE) recuerda cómo sobrevivió a un atentado en Castrocontrigo en 1991.

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León

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Desde la implantación de la Democracia, la provincia ha registrado dos atentados a políticos, además del que sufrió el pasado lunes la presidenta del PP, Isabel Carrasco. El primero, el 15 de octubre de 1980, acabó con la vida del joven alcalde de la localidad berciana de Sobrado, Jorge García Valle, de 34 años, que cayó sin vida con las manos en los bolsillos detrás de la barra de su tienda-bar, en el pueblo de Friera, tras recibir varios disparos a quemarropa en el rostro con un arma del 9 corto.

Su crimen sigue sin resolver para desesperación de su familia, que lamenta que morirán «con la duda». Los investigadores sospechan que el autor conocía bien al regidor de UCD, sus costumbres y la zona, ya que poco antes de producirse el suceso apagó las luces de la calle y se dio, posteriormente, a la fuga a pie por un monte próximo. También estiman que el origen del asesinato pudiera estar relacionado con las disputas por la carretera que el alcalde construyó a Sobrado.

El segundo ataque se produjo casi una década después, el 20 de mayo de 1991. Afectó al senador socialista Daniel García Sánchez, y al futuro lider de UGT, Arturo Fernández, que lograron sobrevivir a un tiroteo mientras participaban en un mitin electoral en el salón de actos de la localidad de Castrocontrigo. García, centro de una polémica nacional tras declarar que «todos los sinvergüenzas son periodistas», sufrió heridas leves en un oído, en el que se le incrustaron cristales de una ventana del local rota por una bala. Salvó su vida, porque se agachó a recoger un papel, en el momento del tiroteo.

El culpable, un vecino que efectuó tres detonaciones con un rifle desde su propia huerta huyó a la carrera, y fue detenido poco después. Su final también fue trágico. Ingresó 8 meses en la cárcel y, a su salida, murió desangrado en el monte tras seccionarse una pierna con una motosierra.

Antes del periodo democrático, excluyendo los atentados de ETA y las muertes de la Guerra Civil, otro diputado por León, Eduardo Dato, que llegó a ser presidente del país, fue acribillado a balazos tras salir del Senado y dirigirse en el vehículo oficial a su domicilio. Sucedió un 8 de marzo de 1921 cerca de la Puerta de Alcalá, en el centro de Madrid, según recuerda Francisco Carantoña, del departamento de Historia de la Universidad de León. Su crimen duró dos minutos.

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