Cospedal y Herrera piden un proceso «ordenado, tranquilo y no inmediato»

Ante vacío político abierto en el PP de León con el fallecimiento del Carrasco y la probable aparición de pugnas internas, la dirección nacional y la autonómica trasladaron ayer la orden de que el proceso de sustitución sea «ordenado, tranquilo y no inmediato». Los tres criterios que sintetizan la preocupación de los dirigentes del partido por la aparición de camarillas en uno de los peores momentos posibles, con las elecciones autonómicas y municipales en el horizonte de apenas un año.

La orden consensuada ayer por la mañana por Cospedal y Herrera, que se transmitió de manera inmediata a León, hace que el partido vaya a regirse por el procedimiento ordinario que recogen los estatutos. Las normas en las que se establece que ante la ausencia de la presidencia el suplente transitorio será el secretario general, en este caso Eduardo Fernández. Más allá, en el plazo de entre 4 y 6 meses según la previsión de Génova, se irá hacia el siguiente paso que se expone en la normativa: el nombramiento de presidente mediante propuesta del comité ejecutivo provincial y su ratificación en la junta directiva provincial, en la que están representados los principales cargos y los presidentes comarcales. La fórmula que haría innecesaria la convocatoria de un congreso extraordinario y que conduciría al partido hasta 2016.

No entró en consideraciones Fernández, quien ayer se limitó a agradecer «a los leoneses el cariño demostrado en el duelo», avisar de que «el momento es doloroso para hablar de otras cosas» y ratificar «el apoyo de las direcciones provincial, autonómica y nacional a la continuidad de Marcos Martínez como presidente de la Diputación»; además, seguirá como coordinador del partido.