El Gobierno pide a Álvarez que dimita ya como vicepresidenta del BEI

El Gobierno ha decidido pasar de la sutileza a la contundencia con Magdalena Álvarez. La vicepresidenta del Gobierno, desde la mesa de ruedas de prensa del Consejo de Ministros, le dejó ayer claro que debe abandonar su alto cargo en el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y que, además, debe hacerlo ya. Por razones de protocolo no pronunció la palabra dimisión, pero se la reclamó de todas las formas posibles.

Soraya Sáenz de Santamaría convocó a la vicepresidenta del BEI a que sea consciente de que desde que la Audiencia Provincial de Sevilla ratificó la semana pasada su imputación inicial por la juez Mercedes Alaya en el caso ERE su situación personal y política es «cada vez más comprometida», lo que la obliga a tomar de inmediato «una decisión sobre su futuro».

Álvarez, que se convirtió en julio de 2010 en uno de los directivos de la institución financiera continental por el apoyo directo de España y Portugal, ha desoído hasta el momento las presiones para que renuncie del Ejecutivo de Mariano Rajoy, de varios partidos y del propio BEI que, no obstante, tiene abierta una información para comprobar si la actual situación de imputada es compatible, a la vista de las normas que rigen en el banco, con el ejercicio del cargo. Álvarez, que tiene mandato hasta 2016, cobra más de 20.000 euros al mes por su trabajo.

Santamaría hizo ayer un llamamiento a la «responsabilidad» de la ex ministra socialista y ex consejera de la Junta de Andalucía para que sea consciente del «respeto» que debe a los estados que la impulsaron hasta el consejo de dirección del BEI y a los que no puede mantener en una situación política tan comprometida por su situación procesal. La vicepresidenta dio a entender que el Gobierno no puede hacer más que animarla en público a dejar su cargo, cosa que le sugirió que haga antes de que la propia institución financiera pueda utilizar sus mecanismos internos para exigírselo y todo termine en un escándalo aún mayor.