europeas 2014 Polémica y cuenta atrás
El Gobierno y la Generalitat se enzarzan por la agresión al coche de Montoro
El PP denuncia pasividad de los Mossos y vincula el ataque al soberanismo.
El Gobierno central y la Generalitat catalana se enzarzaron ayer en un cruce de acusaciones en medio de la campaña por la agresión al coche del minsitro Cristóbal Montoro a la salida de un acto electoral del PP el miércoles en la localidad barcelonesa de Vilanova i la Geltrú. Ambas partes se culparon de los supuestos errores en la seguridad.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, afirmó que «alguna cosa falló» en el dispositivo de los Mossos d’Esquadra y reclamó que se investigue a «fondo» si el «operativo era el adecuado» y si se produjo una «eventual negligencia» policial. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, fue más allá y culpó a la Policía autonómica de «pasividad». «No se nos garantizó la seguridad ni la salida», dijo la dirigente popular. En cambio Ramon Espadaler, consejero catalán de Interior, que admitió desajustes, culpó a los escoltas de Montoro de no hacer caso a los Mossos para evitar los incidentes. Según la versión del responsable de la seguridad ciudadana del Ejecutivo autonómico, el vehículo del ministro «cogió la dirección contraria a la pactada entre la policía local y los Mossos». «Desconozco por qué», dijo.
Espadaler añadió que al ver cómo se desarrollaban los hechos, estaba en camino una tercera unidad policial, pero que cuando estaba llegando, Montoro y los dirigentes del PP decidieron salir «de forma unilateral» sin comunicárselo a los Mossos. Los que finalmente permitieron que la comitiva pudiera huir del acoso no fueron los agentes catalanaes, sino «la seguridad del ministro, la policía local y los afiliados del partido», apuntó Sánchez Camacho.
La presidenta del PP catalán y el ministro de Hacienda salían de un mitin de campaña en el centro de Vilanova cuando se vieron bloqueados en sus coches por unas macetas al final de la calle que impedían el paso. Había una segunda salida, pero también estaba bloqueada por los manifestantes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que realizaban un escrache. Las personas que protestaban golpearon los coches y lanzaron piedras y alguna botella.
El incidente capitalizó la campaña de las europeas en Cataluña. Todos los partidos condenaron el ataque, aunque hicieron interpretaciones distintas. Así, el ministro del Interior atribuyó el suceso a la «situación de agresividad y violencia» que a su entender se ha desatado contra el PP como consecuencia del proceso soberanista.