Los barones del PP toman medidas ante la inacción de Mariano Rajoy
Ante la decisión de la dirección nacional del PP de no realizar ni la menor autocrítica tras perder 2,5 millones de votos en las elecciones europeas celebradas el pasado domingo, los barones regionales han decidido tomar la iniciativa. Los presidentes de Galicia, Comunidad Valenciana y Castilla y León reclaman en público un cambio de rumbo que, sin embargo, no plantearon en el comité ejecutivo nacional que presidió Mariano Rajoy el pasado lunes.
Alberto Fabra anunció ayer la sustitución de José Císcar, vicepresidente y portavoz del Gobierno valenciano, por la consejera, María José Català. Una medida que se ajusta a las directrices marcadas por María Dolores de Cospedal, quien achacó parte de la pérdida de apoyo del PP a un problema de «comunicación» tanto del partido como del Gobierno. En el relevo de Císcar ha pesado, y mucho, las conversaciones que Fabra ha mantenido con la número dos del PP tras el revés en las urnas. El presidente de los populares valencianos reconoció la preocupación que se ha instalado en la dirección del partido ante los malos resultados en Valencia, uno de los feudos que más satisfacciones electorales ha dado al PP en los últimos años.
Autocrítica
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, uno de los referentes autonómicos del PP, sí cree necesaria la «autocrítica» tanto en el ámbito gallego como en el estatal, más allá de la necesidad de explicar «bien» algunas decisiones del Ejecutivo para evitar que continúe la sangría de votos. «No basta con recuperar los indicadores económicos; es fundamental, imprescindible, pero también hay que recuperar la ilusión de los ciudadanos por las instituciones y trasladarles que lo que hacemos es lo que harían ellos si estuviesen en nuestro lugar», apostilló Feijóo.
Más allá de la repercusión que han tenido los dos años y medio de ajustes presupuestarios y reformas estructurales del Ejecutivo de Rajoy, el partido escruta qué influencia han tenido los sumarios penales por casos de corrupción que afectan al PP en la resta de sufragios. Jesús Posada, presidente del Congreso, no se quiso mojar en esta controversia, aunque enfatizó que estos casos que afectan a dirigentes populares son «funestos».