Diario de León

Ultimátum: «Si alguien quiere negociar que venga con la cara descubierta»

El Ayuntamiento de Barcelona anuncia cambios en la gestión del conflicto de Can Vies .

Los Mossos d’Esquadra durante su trabajo en la Rambla del Raval, el sábado en Barcelona.

Los Mossos d’Esquadra durante su trabajo en la Rambla del Raval, el sábado en Barcelona.

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cristian reino | barcelona
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El conflicto de Can Vies, el centro social ocupado de Sants, en Barcelona, ha puesto contra las cuerdas al gobierno municipal de la ciudad, de CiU, que tiene su base electoral en votantes de perfil conservador, que empiezan a estar hartos de la imagen de una Barcelona en llamas y de un ayuntamiento que retrocede ante los violentos y se ve incapaz de resolver el entuerto.

Por ello, viendo que Can Vies puede poner en riesgo la reelección de Xavier Trias (CiU) como alcalde, su número dos, Joaquim Forn, lanzó ayer un ultimátum a los miembros el colectivo del centro autogestionado. «Si hay alguien en Can Vies que quiera dialogar, que salga con la cara descubierta», afirmó. Una apelación a los integrantes del colectivo para que se quiten los pasamontañas que utilizan por la noche para montar gresca y se sienten a hablar, y que denotaba también las dificultades que está hallando el ayuntamiento para encontrar unos interlocutores válidos en la negociación. «No hay diálogo posible con los violentos porque contra la violencia sólo sirve el ejercicio de la autoridad. El tiempo se agota», les advirtió Forn, que anunció un punto de inflexión en la gestión del conflicto.

Las palabras del teniente de alcalde, que se vio obligado a admitir errores y a desmentir que el consistorio se haya rendido, llegaron después de una nueva noche de disturbios, la quinta en seis días, en este caso por el centro de la ciudad, que se saldó con seis detenidos, 225 personas identificadas por los Mossos, tres heridos leves, dos coches quemados, una decena de contenedores incendiados, así como cristaleras de bancos destrozadas. El ayuntamiento cifra en 200.000 euros el coste semanal de los disturbios, en los que la Policía ha arrestado a unas setenta personas, dos de las cuales están en prisión provisional.

Está por ver si el colectivo, que se ve incapaz de aislar a los violentos, coge el guante que le ha lanzado el ayuntamiento. De momento, este domingo por la tarde paralizaron las labores de reconstrucción del edificio ocupado, que es propiedad de TMB, la empresa municipal del metro y del autobús de Barcelona. Tras dos días de trabajos, podría verse como un gesto de los activistas de Can Vies ante la llamada al diálogo del consistorio o que simplemente están a la espera de que los técnicos evalúen el estado del inmueble semiderruido, que está en una situación muy peligrosa según el ayuntamiento.

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