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relevo en la corona española Las imágenes de la ceremonia

Un adiós repleto de gestos

Don Juan Carlos se fundió en un abrazo con el futuro rey, con el que compartió confidencias en un acto sobrio, pero solemne.

El presidente del Gobierno estrecha la mano del rey tras la firma del documento.

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A. Montilla | Madrid
León

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Don Juan Carlos durante sus 39 años de mandato ha sancionado miles de leyes aprobadas por las Cortes Generales. Lo hizo en soledad, en su despacho de la Zarzuela. Ayer rubricó la última durante una solemne ceremonia celebrada en el Salón de Columnas del Palacio Real.

No hubo discursos, pero sí muchos gestos y mucha emoción. El acto fue breve, apenas 15 minutos, y austero. Los sentimientos se dispararon con el abrazo entre el padre y el hijo con el que concluyó la ceremonia. Una imagen que quedará para la historia, Juan Carlos I y Felipe VI juntos tras oficializarse la abdicación. Ambos lucieron en sus solapas la insignia del Toisón de Oro. Leonor, que hoy será Princesa de Asturias, y su hermana Sofía también tuvieron su momento de gloria. Don Felipe rompió el protocolo y pidió permiso a su padre para que ambas se acercaran. Leonor besó a su abuelo con tanto ímpetu que el monarca, con evidentes problemas de estabilidad tras sus operaciones de cadera, trastabilló. El incidente tuvo un desenlace feliz porque don Juan Carlos pudo sentarse en la silla que ocupó durante toda la ceremonia, en la que se ayudó de un bastón para caminar hacia la mesa en que firmó la ley.

El rey besó a doña Sofía y a su hijo, pero fue muy notorio que no hiciera lo mismo con doña Letizia. No hubo lágrimas, al menos de los actores principales, aunque don Juan Carlos acabó con los ojos vidriosos tras el aplauso de más de dos minutos del reducido grupo de invitados antes de que sonara el himno de España. La futura reina también acaparó muchas miradas.