Diario de León

LA PROCLAMACIÓN DEL NUEVO REY

León desde la infancia

Veinte veces, como su padre don Juan Carlos, ha estado el nuevo rey en la provincia. La inauguración del Musac en 2005 fue la primera visita como matrimonio. Felipe VI llegó por primera vez con tan sólo 14 años para participar en unas maniobras en el Teleno

Un njoven principe fotografía la Catedral de León durante una visita con su colegio en 1984

Un njoven principe fotografía la Catedral de León durante una visita con su colegio en 1984

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CARMEN TAPIA | LEÓN
León

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En la segunda de las veinte visitas —como su padre— que ha hecho el príncipe de Asturias a la provincia compartió portada en Diario de León con la toma de posesión de este periódico de La Hora Leonesa. El 10 de abril de 1984, el ahora rey Felipe VI, con 16 años, hizo un viaje de estudios a Santiago de Compostela y paró en León, con todos sus compañeros del colegio Rosales, para conocer la Basílica de San Isidoro y su museo y, posteriormente, la iglesia de San Marcos, el Hostal y el Museo Arqueológico. Estaba resfriado y tenía dolor de cabeza; almorzó en el hotel Quindós para continuar viaje al palacio de Gaudí en Astorga, «para lo que tuvieron que esperar algún tiempo ya que al no haber avisado de su llegada, se encontraba cerrado a esa hora, como sucede normalmente». El texto escrito por la redactora jefe, Camino Gallego, da cuenta del desayuno que «Su Alteza» degustó en León tras «su aseo personal» compuesto por un vaso de leche, tronco, magdalena, nicanores, galletas, mantequilla, mermelada y naranja. y comió ensaladilla rusa, lomo y arroz con leche.

El grupo coincidió en San Isidoro con un aula de alumnas leonesas. «El grupo leonés enseguida se dio cuenta de que en el otro grupo estaba el príncipe, surgiendo los comentarios y las risas de quinceañeras, que en algún momento hicieron que don Felipe moviera la cabeza en gesto desaprobatorio, dada la condición de sagrado del lugar para tanta algarabia», se puede leer en el texto. Diario de León se hace eco de las opiniones de los compañeros sobre el príncipe. «Cachondo, es muy cachondo». Al ahora rey no ha debido de sorprenderle la noticia de que el cáliz de Doña Urraca es, según la historiadora Margarita Torres, el Santo Grial porque en su visita el entonces abad, Antonio Viñayo, explicó la historia de este tesoro aunque al príncipe no le interesó demasiado, según las crónicas de ese día. «Con el dolor de cabeza no debería tener demasiadas ganas de aguantar lo que un joven de su edad podría denominar como ‘rollo’». Pero el príncipe no dejó de hacer fotos a todo lo que veía con su Olympus. «Así, de cerca, parece más niño», era el comentario general de la multitud que se agolpaba en la explanada de San Isidoro.

Su primera visita a León

La primera visita del príncipe Felipe a León fue con su padre el rey Juan Carlos en enero de 1982, con 14 años, para presenciar el ejercicio «Avispa 82» en el Teleno. Llegaron por separado en dos helicópteros diferentes. Tras la exhibición los dos tomaron un bocadillo.

El siguiente contacto del príncipe con León Oviedo en 1990. Felipe de Borbón recibió a los niños integrantes del colegio público La Palomera, ganadores del premio Príncipe de Asturias ese año. El príncipe «se convirtió en niño y su dulzura nos envolvió como en un cuento de hadas». Los niños le obsequiaron con un libro realizado por ellos y con el siguiente discurso: «Nosotros, los que siempre estorbamos cuando mamá se enfada y recibimos un ‘déjame en paz’ cuando papá regresa, cansado del trabajo (alguna vez nos compran caramelos y nos llaman tesoros) venimos a obsequiarle con nuestras voces blancas y nuestro corazón de puño pequeñito, que siempre se dilata para entregarle amor». Los niños y niñas de León le recordaron al príncipe el elixir «aguantaformo» una ‘medicina’ que su majestad la reina obligaba a tomar al inquieto y pequeño príncipes en los actos oficiales.

León le dedica una calle

León demostró su cariño al príncipe de Asturias dedicándole una calle que enlaza con la calle de La Serna.. Javier Torné y Armango G. Colino dedicaron una página en Diario de León a explicar el origen de este espacio en octubre de 2001. «En esta zona de la capital, todavía muy joven, pues aún están recientes los prados y descampados que circundaban León hasta la segunda mitad de la pasada década, cuando comenzó su urbanización, se encuentra esta amplia calle, aunque podría denominarse perfectamente avenida».

Los autores del artículo hacen referencia a un dato histórico: «Nuestra familia real es la dinastía reinante más antigua de Europa, seguida a mucha distancia por las casas reales de Dinamarca y Gran Bretaña. El tronco dinástico de la monarquía asturiana llega a nuestros días a través de trece siglos, considerando a Bermudo I, cuyo reinado comenzó en el año 789, el primer monarca de tan gloriosa lista». Dado el origen asturiano de «aquel legendario caudillo» se decidió denominar Príncipe de Asturias al inmediato sucesor de la corona de Castilla. «Justo reconocimiento a la espléndida región donde se inició la Reconquista, unida por múltiples lazos fraternales a la provincia de León».

En la ciudad bimilenaria

La segunda vez que el príncipe visitó Astorga fue el 21 de mayo de 1997, convirtiéndose en el segundo miembro de la Familia Real que visitaba la ciudad bimilenaria de manera oficial en el siglo XIX. Su bisabuelo, Alfonso XIII, y sus hijos, lo hicieron el 30 de septiembre de 1927. El entonces alcalde, Juan José Alonso Perandones, lo acompañó en su recorrido por el Palacio Episcopal y le regaló una medalla de plata troquelada a mano conmemorativa del año (1986) en el que la villa cumplió sus 2.000 años de vida. Como recuerdo de esta visita, Felipe de Borbón se llevó a la Zarzuela una selección de productos de la tierra, entre los que estaban las mantecadas, hojaldres, cecina y chocolate. Desde entonces, el entonces heredero tiene en su biblioteca un libro sobre la historia de Astorga escrito por Matías Rodríguez y otro sobre la maragatería, del etnógrafo José María Luengo. El alcalde contó al príncipe que Astorga era el único lugar de España que contaba con un Museo del Chocolate y que la ciudad tenía una gran tradición arqueológica y editorial. Tras saludar a los astorganos, que le recibieron con vítores y con los balcones engalanados, desde el balcón del Ayuntamiento el príncipe visitó la Ergástula y el Museo de los Caminos donde fue recibido por el obispo. Su visita fue un espaldarazo para el turismo de la ciudad. Las noticias publicadas por este periódico cinco meses de su viaje dan cuenta del aumento de turistas que se incrementaron en 5.000 visitas el Museo de los Caminos hasta alcanzar las 52.000 entradas.

Ese mismo día aprovechó su viaje a la provincia para desplazarse a Ponferrada. El príncipe se reunió con los alcaldes de los municipios mineros, un encuentro al que asistió también el presidente de la Junta, Juan José Lucas, el director general de Industria, Energía y Minas de la Junta de Castilla y León, Raimundo Torío, y el alcalde de Ponferrada. También aprovechó su estancia en el Bierzo para honrar a la Patrona con una visita a la basílica de la Encina, interesándose por la historia de la Morenica.

El heredero ha mostrado siempre su predilección por Astorga y un año después de esta primera visita oficial a la ciudad volvió para visitar el Teleno y El Ferral para supervisar las maniobras de la Brigada Aerotransportable (Brilat) protagonizadas por 1.500 hombres del batallón Toledo, con sede en Asturias, que participó en las operaciones de paz en Bosnia. Llegó en un helicóptero Super Puma de la Fuerza Aérea Española, vestido con uniforme de campaña en el que figuraban galones de capitán, grado que ostenta el heredero. Desde hoy, ya como rey, es capitán general de todos los ejércitos. «Pueden hablar de cualquier cosa con él, pero no deben preguntar por su novia ni nada parecido», advertían los responsables de prensa a los periodistas que cubrían ese día la información. Ese día comió cecina, vino de León, productos gallegos acompañados de Ribeiro.

En el Auditorio

El príncipe de Asturias asistió la noche del 3 de octubre de 2002 al concierto inaugural del Auditorio de León, con capacidad para 1.150 espectadores, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León acompañada del Coro Nacional y dirigida por Pablo Pérez. Felipe de Borbón, que fue recibido por el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, el alcalde de León, Mario Amilivia, y el delegado del Gobierno, Isaías García Monge, descubrió una placa conmemorativa del acto tras lo que los 800 invitados asistieron al concierto en el que se interpretaron piezas de Halffter y Beethoven

Sin programar y con cierta sorpresa para los vecinos, los príncipes visitaron por sorpresa Camposagrado en octubre de 2004. Don Felipe y doña Letizia utilizaron el helipuerto para regresar a Madrid. El mal tiempo impidió que despegara su avión desde Oviedo, tras la entrega de los premios Príncipes de Asturias.

Regalo leonés

El pueblo de León se decantó por dos mastines como regalo de boda para la pareja real. La intención fue buena pero Olmo y Encina, nombre de los perros, nunca llegaron a las dependencias reales. Encina falleció antes de ocupar su puesto en su nuevo hogar y Olmo, con 15 meses, esperaba las obras en palacio para formar parte del grupo de perros, pero los expertos lo descartaron porque ya no podrían formar parte del grupo de canes de la casa real.

Inauguración del Musac

El alcalde Mario Amilivia publicó un bando el 31 de marzo de 2005 para comunicar a los vecinos de la visita de los príncipes de Asturias a la ciudad para inaugurar el Museo de Arte Contemporáneo (Musac). Era la primera visita oficial tras la boda. «Proyectado por la Junta de Castilla y León, el Musac es una pieza fundamental en el desarrollo del arte contemporáneo de Castilla y León estableciendo una estrecha relación entre los artistas locales y las tendencias internacionales. Este museo nace con un amplio sentido experimental a la hora de concebir y desarrollar proyectos y exposiciones a todos los niveles. El edificio se ha construido con el propósito de ser un lugar donde el público deje de ser un mero elemento pasivo que contempla». Como alcalde, invita a «recibir a los herederos de la Corona en su próxima visita oficial a esta ciudad y a Castilla y León. A las 11.30 horas de la mañana en la avenida de los Reyes Leoneses, 24 tenemos la oportunidad de testimoniar nuestro saludo y nuestro afecto a sus SSAARR don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz, príncipes de Asturias».

La delgadez, los tacones y la altura de la princesa centraron las conversaciones de los leoneses que acudieron al Musac. Letizia Ortiz se encontró con un escenario de guerra. La instalación United Nations-Miniature de Thomas Hirschhorn , una gigantesca maqueta que evoca una docena de contiendas, captó de inmediato la atención de la princesa. Las obras que más agradaron al príncipe fue un burka suspendido de una grúa y que provocaba un gran estruendo tras su desplome, y una serie de retratos de niños maltratados o una impactante fotografía de un indigente. De él llamó la atención una lesión en la mano derecha, por lo que saludó al público asistente y a las autoridades con la mano izquierda.

La visita duró 50 minutos en los que el entonces director del museo, Rafael Doctor, «ilustró» con breves comentarios cada una de las obras de los 55 artistas que participan en Emergencias, abrió ese día la exposición del primer museo de arte contemporáneo que se levantó en España con el nuevo siglo.

Aunque en el recorrido por el museo estaba también el príncipe, fue Letizia la que acaparó toda la atención del público. Centenares de leoneses que se agolpaban a la entrada del edificio de Eras tras las vallas de protección, irrumpieron en vítores y aplausos. La princesa llegó a León vestida con una chaqueta verde botella, falda negra y bolso y zapatos a juego. el príncipe con traje azul. Los dos expresaron su deseo de volver al museo y visitar lo con más calma en una jornada en la que también se habló de la salud del papa Juan Pablo II.

El 3 de junio de 2007 los reyes y el príncipe elevaron a León a la portada de todos los medios informativos nacionales. Ese día más de 110.000 leoneses abarrotaron las calles en el Día de las Fuerzas Armadas. Unidades de Astorga, El Ferral, San Andrés del Rabanedo y La Virgen del Camino cobraron protagonismo en una exhibición en Eras de Renueva con lo mejor de su arsenal en un desfile histórico.

En la Universidad

Los príncipes visitaron por primera vez la Universidad de León el 10 de febrero de 2008 para asistir a la investidura como doctor honoris causa del presidente de Portugal, Cavaco Silva. Don Felipe y doña Letizia presidieron en el Auditorio un acto multitudinario al que también acudieron la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, y el presidente de la Junta.

El presidente de la República portuguesa ensalzó en ese encuentro la relación con España como garante de la cohesión territorial. La ciudadanía de León se volcó, una vez más, con los príncipes, que agasajaron a Cavaco Silva con productos leoneses como la cecina, embutidos de León, garbanzos con espinacas, queso de Baldeón, croquetas, morcilla, congrio al ajo arriero, morcillo añojo estofado y vinos de León. Un postre de tartas variadas y café ponían la guinda a un ágape distendido Un almuerzo que se prolongó durante dos horas en la Bodega Regia. Los príncipes bromearon al finalizar la comida: «Hoy a ver quién cena», en referencia a la copiosa comida de la que no se perdieron ni un plato. Fuera o no por recomendación, fue la decisión final de la princesa de Asturias la que les llevó hasta este restaurante con el objetivo de probar la cocina tradicional leonesa.

Con los beatos

Casi una hora estuvieron los Príncipes de Asturias visitando la exposición In principio erat Verbum , con la que León conmemoró el 1.100 aniversario del Reino. Fue el 23 de septiembre de 2010. Ese día Ponferrada despertó sus raíces mineras con 40.000 manifestantes en sus calles en una movilización para evitar el cierre de las minas. Mientras los mineros protestaban en la calle, los Príncipes de Asturias inauguraron en el palacio de Botines una exposición con las miniaturas de los beatos. «Estamos admirados. Enhorabuena. Es una gran exposición». Estas fueron las palabras con las que el príncipe Felipe se despidió de Maurilio Pérez, comisario de la exposición. Fue casi una hora lo que los príncipes dedicaron a admirar el centenar de piezas de la exposición. También visitaron la torre que conserva las maderas de Gaudí. Los responsables de la entidad financiera ofrecieron a los herederos una mirilla de estaño y madera como las que lucen en la puerta de las viviendas de la Casa. Doña Letizia aceptó un colgante y don Felipe unos gemelos de plata que se puso en ese mismo momento.

Los príncipes dedicaron una especial atención al poeta Antonio Gamoneda, que les dio cuenta de la ajetreada vida que le toca vivir cuando está a punto de doblar la cuarentena.

Visitas a la Base Aérea

Once veces ha visitado el príncipe la Base Aérea de la Virgen del Camino, diez para la entrega de los Reales Despachos y una para un encuentro de trabajo. El príncipe aterrizó en el aeródromo en 1995, 1996, 2000, 2001, 2003, 2005, 2007, 2010, 2011 y 2013 y sólo en dos ocasiones, en 2010 y 2011 con la princesa. El resto de las visitas las hizo solo.

La Casa Real no ha estado presente en la entrega de los Reales Despachos en la Academia Básica del Aire de León tan sólo en dos ocasiones, en el año 1997 como consecuencia del asesinato de Miguel Ángel Blanco, y en el año 2012 como consecuencia de una de las operaciones de cadera de don Juan Carlos. Pero no faltó al resto de las ediciones cada mes de julio para cumplir con la tradicional cita con la academia militar de los miembros de la monarquía. En todas las ocasiones, tanto el ex rey y ahora capitán general de los ejércitos en la reserva, como su maj estad doña Sofía, como la hasta ayer princesa de Asturias, Letizia, mantienen siempre un trato cercano no sólo con los nuevos sargentos y a sus familias, sino también con los miembros de la Academia y a los periodistas que cubren tradicionalmente el acto, con los que comparten siempre alguna confidencia a la hora del ágape.

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