Felipe VI apoya a las víctimas del terrorismo libre de protocolos
No es fácil reunir en un mismo recinto a todas las víctimas del terrorismo. El décimo aniversario de los atentados del 11 de marzo de 2004 logró que Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, y Ángeles Pedraza, de la AVT, aparcaran sus diferencias y acudieran juntas, por primera vez, a la misa homenaje que se celebró en la catedral de la Almudena. Felipe VI también lo ha logrado.
Quería que su primer acto como jefe del Estado fuera con quienes han sufrido el zarpazo del terror, en cualquiera de sus variantes, y convocó, a través del ministerio del Interior, a todas las asociaciones que las representan, en el Palacio de Zurbano, situado en la calle del mismo nombre, para un encuentro a puerta cerrada sin los rigores del protocolo. No hubo discursos, ni por su parte ni por parte de las organizaciones, aunque don Felipe sí reiteró algo parecido a lo que ya dijo el jueves en su discurso de proclamación, que considera que garantizar «la convivencia en paz y en libertad» de los españoles es una responsabilidad «ineludible» de los poderes públicos. Lo que emocionó, sin embargo, a las víctimas —según apuntaron, sin excepciones, tras la reunión— fue su cercanía, que tanto él como la Reina Letizia dedicaran una hora y media a hablar personalmente con cada uno de ellos, que demostraran un amplio conocimiento de sus problemas y que los trataran de tú. «He sentido como si estuviera hablando con un amigo», decía Pilar Elías, ex edil del PP en Azcoitia y viuda de Ramón Baglietto, a cuyo asesino tiene que ver cada día porque abrió una cristalería en los bajos de su hogar. El rey se disculpó por haberles obligado a hacerle un hueco en un día festivo, la única manera de dedicarles su primera jornada fuera de la Zarzuela porque el lunes ya comienza las audiencias con los poderes del Estado, los presidentes del Congreso, del Senado, del Tribunal Supremo y del Constitucional.
Fomarto relajado
Podía haber esperado al 27, que es cuando se celebra en la cámara baja el homenaje anual a las víctimas del Terrorismo desde hace ya varios años (la fecha se corresponde con el primer atentado de ETA en 1960, en el que murió la niña de 22 meses Begoña Urroz), pero ese día, según les dijo, el protagonismo les corresponde a ellas. Peticiones Con este formato, más relajado, cada una de las asociaciones pudo plantearle personalmente sus inquietudes. Había víctimas de ETA, del islamismo radical, de los Grapo e incluso del Frente Polisario, que según la asociación Acavite asesinó, secuestró o hirió a cerca de 300 españoles entre 1970 y 1980. «Hemos pedido un apoyo para construir un relato basado en la memoria, que se desmonte la idea del conflicto y que en ningún lugar del mundo nadie tenga duda de lo que es ETA», dijo Maria del Mar Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo y hermana de Miguel Ángel Blanco, asesinado en 1997.