El juez Ruz advierte a Bárcenas que puede acusarle sin las pruebas de Suiza

El ex tesorero del PP Luis Bárcenas cumplirá mañana un año en prisión preventiva por el caso Gürtel, y todo indica que seguirá una larga temporada entre rejas. Eso es lo que se desprende de la última resolución del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que rechazó su excarcelación por cuarta vez porque hay sobrados elementos incriminatorias contra él que mantienen el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.

El titular del Juzgado Central de Instrucción cinco lo tiene claro. Todo sigue igual para Bárcenas, cuya cacareada colaboración con la Justicia no llega al mínimo exigible para variar su privación de libertad. Tampoco la última artimaña jurídica de su abogado, Javier Gómez de Liaño, consistente en desacreditar todo el material acusatorio contra su cliente después de que un tribunal suizo suspendiese, de forma temporal, la documentación delictiva aportada por los bancos de Ginebra.

Efectos

Alegaba el defensor que la decisión del Tribunal Federal Penal de Suiza dejaba «prácticamente desierto el procedimiento» contra Bárcenas, y que no quedaba otra que excarcelarle. Pero el juez le recordó ayer que esta resolución es por el momento una suspensión y no una revocación, y que «tiene unos efectos radicalmente distintos» a los pretendidos por el acusado.

Dice Ruz que existen en la causa otros medios de prueba para acreditar los delitos imputados, entre ellos, que el extesorero ya estaba acusado de cohecho, blanqueo y varios delitos fiscales antes de que apareciese la fortuna escondida en Suiza. Así, añade, «las eventuales limitaciones en la utilización de la documentación remitida por Suiza afectarían únicamente a algunos de los delitos fiscales atribuidos al imputado».