CASO NÓOS
Urdangarín, al borde del ‘harakiri judicial’ al no pactar con la Fiscalía
Las acusaciones contra el imputado empeoran tras las confesiones del contable.
Nadie en los juzgados de Palma se explica la estrategia de defensa de Mario Pascual Vives, el abogado de Iñaki Urdangarín. Cuando el entonces yerno del Rey fue imputado a finales de 2011 todo el mundo dio por hecho que, más pronto que tarde, Vives se apresuraría a tratar de pactar con la Fiscalía una salida judicial digna para su cliente. Pero el duque y su abogado siguen sin mover ficha a pesar de que el juez ha agravado las acusaciones contra el imputado y a pesar de que la confesión del contable arrepentido ha dejado al ex deportista en una situación procesal aún más insostenible. Todo el mundo pensó que el letrado catalán y Urdangarín se avendrían a reconocer al menos parte de la culpa y devolver aunque fuera una porción muy importante del dinero supuestamente defraudado o malversado. Cualquier cosa en busca de las clásicas eximentes (colaboración con la justicia, arrepentimiento espontáneo o reparación del daño) para rebajar grados y conseguir una reducción de años en el escrito de acusación que, aunque no llegara a librarle de la cárcel porque los delitos son muchos y muy graves, le garantizara que el paso por prisión fuera liviano.
Pero nada de eso ha sucedido. Ni una «oferta seria» de colaborar
«Solo estériles tanteos». Nada de verdad ni siquiera ahora que el juez José Castro en su escrito de conclusión del sumario que hizo público el pasado 25 de junio le imputa al cuñado de Felipe VI más delitos y más graves aún de los que le adjudica la propia Fiscalía (prevaricación, malversación, fraude a la administración, tráfico de influencias, dos fraudes fiscales, estafa, falsedad en documento oficial y falsedad en documento mercantil). Una losa de cargos que podrían comportar una petición de cárcel de entre 8 y 34 años, muy por encima de los 17 años de máximo que baraja Anticorrupción.
Sin arrepentimiento
La reacción de Vives a aquel extensísimo ‘escrito acusatorio’ ha sido la de presentar un recurso de apenas 16 folios en los que, más allá de insinuar que el juez prevarica al perseguir a su cliente, no hay asomo de arrepentimiento para tratar de exculpar a Urdangarín.
En un desliz, el letrado llega admitir que su cliente se llevó casi un millón de euros de dinero público de las administraciones de Baleares y Valencia, a través de la empresa Aizoon. La gran incógnita ahora es saber si Vives y Urdangarin van a seguir erre que erre después de la demoledora confesión realizada esta semana del contable de la trama y cuñado del socio del duque, Marco Antonio Tejeiro, quien ha confirmado punto por punto todas las acusaciones contra el marido de la infanta.