Castro ve «hiriente» que no se le deje acusar de más delitos a la infanta
El instructor ataca a quienes han defendido a la esposa de Urdangarín .
Debía ser un aburrido y más que previsible auto para rechazar los recursos de algunos de los imputados antes de que las apelaciones lleguen a la Audiencia Provincial de Palma, pero nada más lejos. El juez del caso Nóos aprovechó este trámite burocrático para despacharse a gusto e ir más lejos que nunca, hasta el punto de denunciar por primera vez en público el veto que, a su juicio, le impusieron sus superiores en la primavera de 2013 para no acusar a la infanta Cristina de los mismos delitos que a Ana María Tejeiro, la mujer de Diego Torres, el socio de Iñaki Urdangarín en el Instituto Nóos.
Castro llega a calificar de «hiriente» la decisión de la Audiencia Provincial de acotar sus investigaciones a los supuestos delitos fiscales y el blanqueo supuestamente cometidos por la hermana de Felipe VI, impidiendo así acusar también a la infanta de los ilícitos a los que se va a enfrentar Tejeiro. A saber, prevaricación, malversación de caudales públicos, fraude a la administración, tráfico de influencias, estafa, falsedad en documento oficial y falsedad en documento mercantil. Ilícitos. Una losa de cargos que podrían comportar una petición de cárcel de hasta 30 años.
«Este instructor no puede por menos que coincidir con el recurrente en que el anunciado apartamiento de Cristina de Borbón del área de la comisión de determinados delitos puede ciertamente resultar hiriente para otra persona que sí ha sido incluida como indiciaria autora de los mismos». «En concreto -afirma el juez- hablamos de Ana María Tejeiro, a quien le puede resultar imposible, o cuando menos, difícil de sustraerse al convencimiento de que comparativamente con aquélla (la infanta) ha recibido un trato desigual».
Dicho ello, Castro alega que su criterio siempre tiene que estar supeditado a la decisión de la Audiencia Provincial y recuerda que fue éste órgano el que la primavera del año pasado le obligó a apartar a la infanta del «ámbito de la comisión de determinados delitos» cuando suspendió su primera declaración como imputada. Para el juez es una «realidad incontrovertible» los paralelismos entre la situación de Cristina de Borbón y de Tejeiro. La defensa de la mujer de Torres llegó a enumerar hasta 71 argumentos por los no debería estar imputada y sí debería estarlo la hermana del monarca. El magistrado sostiene que esa lista «incluso podría haber sido más abultada», pero advierte a la mujer del ex socio de Urdangarín que no puede desimputarla por el hecho de que Cristina de Borbón no pueda ser acusada de esos delitos por mandato de la Audiencia Provincial. «Cada uno habrá de responder de sus propios actos sin admitir más comparaciones que las estrictamente inevitables para erradicar cualquier tratamiento supuestamente discriminatorio», apunta en velada referencia a sus superiores.
Casa Real
Pero hay más andanadas encubiertas. Castro afirma no querer «pronunciarse sobre el grado de certeza» de que, como sostiene Torres, la Zarzuela «estaba al tanto de las actividades» de Urdangarín al frente del Instituto Nóos y que por ello jamás sospechó que nada fuera irregular. Tampoco quiere entrar en si este hipotético amparo de la Casa Real «constituye o no un supuesto error invencible en el que pudieran cobijarse algunos de los imputados». Afirma que esa cuestión deberá dilucidarse en el juicio.
En el auto en el que rechaza los recursos contra su imputación que presentaron Torres, su cónyuge y Jaume Matas, entre otros, también incluye de soslayo varias críticas contra Anticorrupción y la Agencia Tributaria por la cerrada defensa de la infanta y su insistencia en no ver delitos fiscal alguno en su actuación como socia de Aizoon, la empresa que comparte con su marido.