Homenaje a los héroes del día a día

León estuvo a la altura. Ayermostró su reconocimiento a los fallecidos en el accidente que se produjo en Maraña durante un rescate de montaña, su apoyo a las familias y a la Guardia Civil y un silencio respetuoso que requería el funeral, a pesar de aplaudir a las familias y los féretros de las víctimas: el capitán Emilio Pérez Peláez, el teniente Marcos Antonio Benito Rodríguez, ambos del Servicio Aéreo, y el guarda especialista en montaña José Martínez Conejo.

Con una plaza de la Catedral llena de público bastantes minutos antes de comenzar los actos, la capital y la provincia reconocieron el valor de los tres fallecidos con ovaciones a los féretros, que portaron sus compañeros, y a las familias. Antes del funeral, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díez, impuso a las víctimas del accidente la Cruz al Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo —este último motivado por haber dado la vida en acto de servicio— y la cruz de oro al Mérito de Protección Civil, también con distintivo rojo.

Está previsto que el Consejo de Ministro condecore también al agente que sobrevivió, el sargento Enrique Ferrero.

Acompañaron al ministro en la ceremonia el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa; el director general de Protección Civil y Emergencias, Juan Díaz Cruz: el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano; el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván; el presidente de la Diputación, Marcos Martínez, así como el alcalde de León, Emilio Gutiérrez y el subdelegado del Gobierno, Juan Carlos Suárez-Quiñones, entre otras autoridades civiles y militares. Al funeral también asistieron representantes de la Real Federación Española de Deportes de Invierno.

En interior del templo esperaban el obispo castrense, Juan del Río, y prelados de León y Astorga, Julián López y Camilo Lorenzo, respectivamente. Del Río había mostrado sus condolencias a las familias por la mañana, en la capilla ardiente instalada en la Comandancia de León. Julián López anunció al inicio de la misa de funeral que la Conferencia Episcopal se había unido al luto, así como otros pelados a título individual como el de Jaca (Huesca), donde también tiene base el Servicio de Montaña.

«El deber bien cumplido»

En la homilía, el obispo castrense destacó de los héroes de La Polinosa su «amor por España y el ejercicio del deber bien cumplido» y sus muestras de «honor, valentía y generosidad» que distinguen al cuerpo. Calificó a los fallecidos como «magníficos guardias civiles, pero, también, grandísimos hombres», entregados a sus familias y a sus compañeros.

Del Río transmitió un mensaje de esperanza ante la muerte, «más humana» que la desesperación, con sentido en el amor de Jesús. El mensaje para las familias se concreta en una «herencia de la entrega y del deber bien cumplido, que han sabido entender la sociedad español y León». El apoyo social y de la Guardia Civil es para el presbítero una muestra de solidaridad con las familias: «No estáis solos en el dolor», les dijo.

Del Río dirigió una mensaje a las viudas: «Ánimo. Sacad adelante a vuestros hijos, porque en ellos veréis a vuestros maridos». Y a los hijos le invitó a sentirse «orgullosos de que tuvisteis un padre guardia civil que dio la vida por otros en el día a día de los héroes anónimos».

La emoción, expresada por el público con aplausos, volvió a sentirse ante el templo gótico cuando se despidió a los féretros, con el homenaje a los guardias caídos en ejercicio del deber, en el que se entonó ‘La muerte no es final’ con el que las fuerzas armadas rinden honor a sus difuntos y el disparo de una salva de honor a la que siguió el himno de la Guardia Civil. Antes de que los ataúdes fueran devueltos a los coches fúnebres, se entregó a las tres viudas el tricornio y las condecoraciones de los oficiales y del agente.

Tras el acto castrense, el ministro del Interior se dirigió a los medios de comunicación para señalar su agradecimiento a los fallecidos «que han dado su vida por los demás de una manera heroica», según el espíritu que preside la actuación de la Guardia Civil.

En una intervención sin preguntas, Jorge Fernández Díaz agradeció los gestos de solidaridad de los leoneses tanto durante el domingo como ayer y señaló que «han sido muchos» los mensajes de condolencia que ha recibido como responsable de Interior «de toda Castilla y León y de toda España. Han sido múltiples, enormes...», manifestó.

El ministro quiso saludar al sargento jefe de la base del Greim en Sabero, único superviviente de la desgracia junto con el montañero herido al que el operativo rescataba, que portó el féretro de José Martínez Conejo con otros compañeros, al igual que se procedió con los de los oficiales Emilio Pérez y Marcos Benito.