La Generalitat se olvida de los plazos y ahora asegura que el 9-N habrá consulta

El proceso soberanista catalán ha entrado en una especie de ceremonia de la confusión en la que sus principales protagonistas son capaces de decir una cosa y la contraria con sólo 24 horas de diferencia. Si el lunes, el consejero de la Presidencia, Francesc Homs, abrió la puerta a que la consulta no pueda celebrarse por cuestiones técnicas y organizativas, ayer el propio Homs se mostró convencido de que el 9-N habrá referéndum y que los catalanes acudirán a votar porque la Generalitat será capaz de sortear todos los obstáculos logísticos que irá encontrando en el camino en el mes que queda por delante. «Más que el propósito, la decisión de este Gobierno es llevar a cabo la consulta», dijo el portavoz de la Generalitat tras la reunión semanal del Ejecutivo catalán.

Después de desatar las iras del independentismo por fijar el día 15 de octubre como la fecha tope para tomar una decisión porque, dijo, si para ese día hay trámites que no se han podido completar la votación no cumpliría todas las garantías democráticas y sería imposible de celebrar, el consejero catalán evitó ayer hablar de plazos y fechas y trató de enviar un mensaje de compromiso sin fisuras con el 9-N. El Gobierno de Mas ha decidido mantener a toda costa la unidad del frente soberanista, que se selló el viernes en la cumbre del Palau de la Generalitat y que se tambaléo con las palabras de Homs.

«La consulta del 9-N es viable y se hará, la gente votará. Hay términos que tendrán que reajustarse, pero la consulta se celebrará», afirmó el portavoz con una contundencia poco habitual en los últimos tiempos. Lo que ya no explicó es cómo se ejecutará la votación en caso de que, como se espera, el Constitucional no levante la suspensión de la ley de consultas y el decreto de convocatoria. Sólo se limitó a decir que el Gobierno catalán no hará ningún «paripé». Descartó así la opción de que la consulta la organicen los ayuntamientos o alguna entidad privada, como la Asamblea Nacional Catalana.

El portavoz de la Generalitat, hombre de confianza de Mas y uno de los más firmes defensores del proceso dentro del Gobierno catalán, se mostró confiado en que la administración autonómica logrará cumplir con el itinerario de preparativos previstos. Algunos plazos, en cualquier caso, ya han expirado, como ocurre con los registros de votantes extranjeros, el de catalanes en el exterior y el de otros colectivos, como presos o personas dependientes. Pero Homs señaló que el margen para estos trámites se ha ampliado. No dijo hasta cuándo ni confirmó si se mantiene el 17 de octubre como fecha tope para la publicación del censo de votantes definitivo, uno de los aspectos clave.

Juntas electorales

Otro de los trámites que estaba fuera de plazo como consecuencia de la suspensión es el nombramiento de los miembros de las juntas electorales territoriales. Sin embargo, Mas firmó el lunes el decreto que recoge la elección de los integrantes de las siete comisiones de seguimiento de la ley de consultas y el Diario Oficial de la Generalitat lo publicó ayer. El nombramiento de estos 35 miembros, cinco por zona, que llega cinco días después de que se constituyese la junta electoral central, que el Gobierno de Rajoy también impugnó ante el Constitucional, supone un desarrollo más de la ley de consultas que la corte de garantías suspendió el pasado 29 de septiembre tras el recurso del Gobierno central.

Mas prosiguió, por tanto, con su desafío al Estado, un día después de que su portavoz «descolocara» a Esquerra y abriera la enésima crisis en el frente soberanista. Homs negó con vehemencia que la unidad esté en peligro y afirmó «rotundamente» que se mantendrá en los próximos días. Quizá con la entrada de Esquerra al Gobierno catalán, como pidió ayer la CUP para garantizar el 9-N.