Sánchez reclama rescates para familias y un plan de Estado contra la pobreza infantil

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha estrenado esta tarde en un debate de presupuestos en el que ha solicitado la retirada de las cuentas gubernamentales para 2015, alegando que lejos de propiciar la recuperación económica fomentan "la desigualdad" y ahondan en el "engaño masivo" a los españoles que esperan una redistribución justa de la renta. Tras instar al Ejecutivo a retirar la reforma laboral vigente y repensar la reforma fiscal para que favorezca a las clases trabajadores, puso sobre la mesa cuatro propuestas: un rescate financiero para familias y autónomos "y no sólo para bancos y radiales"; un "gran acuerdo" de Estado similar al Pacto de Toledo para terminar con la pobreza infantil; un proyecto de reindistrialización de España y el impulso de políticas activas de empleo y salariales.

"La pobreza infantil es uno de nuestros problemas. No ha hecho más que crecer en los años de crisis y es moralmente inaceptable y una hipoteca inasumible. Trabajemos todos los grupos y todas las instituciones para conseguir un gran pacto contra la pobreza social, que se puede inspirar en ese Pacto de Toledo que sirvió para garantizar el futuro de nuestros mayores. Para ello tenemos que reformular el sistema de protección social: empecemos con las familias, que haya prestaciones para todos aquellos desempleados con hijos a cargo", subrayó.

En el discurso de Sánchez (que a tenor de los aplausos que recibió de sus compañeros gustó en la bancada socialista) se incluyeron en numerosas ocasiones las palabras "mentira" y "desigualdad" a modo de resumen de lo que, a su juicio, ha sido la política popular, la de los "grandes dogmas conservadores". El dirigente socialista dio por "fracasada y agotada" una legislatura en la que hay más desempleados, miles de jóvenes obligados a marcharse fuera de España y una deuda pública que no deja de engordar.

TRABAJAR PARA LOS MÁS RICOS

Dicho esto, el jefe de la oposición le echó en cara a los populares que incumplieran su promesa electoral de no tocar los impuestos y, tras exigir que el IVA cultural se sitúe en el 5 por ciento para intentar salvar esta industria, acusó al PP de elaborar un proyecto de reforma fiscal que, como los presupuestos, "benefician a un diez por ciento de la población" y perjudican al otro "90 ciento", en nombre de los cuales Sánchez decía hablar esta tarde.

Reprochó asimismo al ministro Cristóbal Montoro que con una mano aprobara la amnistía fiscal y con otra se dedicara a ordenar "recortes y más recortes", para ahora apostar por una reforma fiscal y unas previsiones económicas que son "ficción de serie B" y que, a su entender, no lograrán mayor recaudación o crecimiento porque no se ha incrementado la presión sobre las empresas más potentes, sino sobre los más débiles."Con su reforma, están haciendo un regalo a las grandes fortunas y grandes empresas que no nos podemos permitir", remachó.