Los vecinos de Cuadros guardan silencio
El equipo de gobierno y la oposición muestran su sorpresa por lo ocurrido y esperan acontecimientos para tomar una decisión.
«Saben ustedes más que nosotros». Son palabras del número tres del Partido Popular en Cuadros, Feliciano Fernández García, que ayer se mostraba sorprendido, como todo el municipio, sobre la detención del presidente de la Diputación y alcalde de Cuadros, Martínez Barazón. Fernández García aseguraba no conocer más que «lo que he escuchado en la radio durante el día». Fernández García no pudo aportar nada más. Desconoce la situación en la que queda el Ayuntamiento y si el alcalde abandonará el cargo o no.
En la oposición, el portavoz socialista, Miguel Ángel González, mostraba su incredulidad ante la detención y subrayaba la buena relación que mantenía con el regidor. «Le faltaba tiempo para atenderme cuando le pedía algo para Santibáñez», localidad en la que González es pedáneo. «Me extraña mucho en él», añadió el concejal del PSOE en Cuadros.
El arresto de Barazón era ayer objeto de comentario en Cuadros, cómo no. Pero fuera de los círculos locales, los vecinos preferían reservarse su opinión sobre lo que ocurrido ayer, y más cuando se les solicitaba nombre, apellidos o se les solicitaba permiso para fotografiarlos. Desde la UPL, Gonzalo García, aspirante a la alcaldía en el 2011, apuntaba que el municipio se encontraba ayer «normal y tranquilo. Todos en casa y sin querer hablar con las televisiones».
De una forma u otra son ya muchos los golpes que reciben en Cuadros desde el 2012. «¿Papá, otra vez en televisión?», era la pregunta que recibía ayer un vecino de su hijo, residente en Madrid. La muerte de una joven a manos de su novio en abril de 2013 en Lorenzana, el asesinato de Isabel Carrasco este mes de mayo —originaria de Cuadros y concejala en el Ayuntamiento durante el mandato 2007-2011—, el caso Larralde, que también afectó a Lorenzana, y, ahora, la implicación del regidor en una red de corrupción política de alcance nacional.
Martínez Barazón es un alcalde «sociable. Cualquiera podía pararse a hablar con él, pero vete tú a saber lo que pudiera haber por detrás», porque la detención es tabú sólo hasta cierto punto: «Estamos de los políticos...» Y, así, si coincide hablar del alcalde y de su salida de la Diputación hacia la comandancia de la Guardia Civil «se habla si coincide hablar».
Los más condescendientes opinan que «habrá firmado algo por orden de la otra» —en referencia a Carrasco—, mientras otros, más críticos, apuntan que las obras «siempre las hacían las mismas empresas y es mucho el dinero que se ha metido en los últimos años».
Sorpresa y especulaciones sobre lo ocurrido son la última hora de un municipio perplejo, en el que Barazón cuidaba muy especialmente su presencia en las fiestas de cada una de las siete localidades del municipio, cuya población ronda los 2.000 habitantes.
