Pedro Sánchez presume de haber frenado «la sangría»

De puertas adentro los socialistas admiten que la última encuesta del CIS no es para lanzar las campanas al vuelo, pero al menos hay elementos que llaman a la esperanza y a ellos se aferró con fuerza ayer Pedro Sánchez. El PSOE ha crecido en casi cuatro puntos en intención directa de voto respecto al sondeo del pasado julio, de un 10,6% a un 14,3, y su secretario general es el líder nacional mejor valorado por los ciudadanos, un 3,85.

«Hemos parado el golpe, hemos frenado la sangría -se felicitó Sánchez en una comparecencia tras la reunión de la ejecutiva del partido, celebrada en Valencia-. El PSOE tiene todo que ganar».

Las cifras vienen a confirmar el discurso que la cúpula del PSOE trata de construir desde que fue elegida en el congreso extraordiario de julio. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada. Sánchez prometió que trabajará «con humildad, esfuerzo y determinación» para recuperar la credibilidad perdida por su partido.