los viajes del presidente
Monago se defiende con un certificado que no aclara el objeto de sus viajes
El presidente extremeño sostiene que fue 16, y no 32 veces, a Canarias .
José Antonio Monago realizó 16 viajes -32 vuelos, al ser de ida y vuelta- a Canarias pagados por el erario público a cuenta del Senado. El presidente del PP extremeño y de la Junta cuenta con una certificación en la que el letrado mayor de la Cámara alta indica ese dato sin entrar en más detalles. No se especifica en ese texto, por ejemplo, el motivo de esos desplazamientos al archipiélago, que el político pacense recalcó que fueron «todos de trabajo» por la actividad encomendada por el grupo del PP en el Senado, ni tampoco las fechas concretas. Monago no las quiso ofrecer ayer aduciendo que las reserva para el proceso judicial abierto contra él por dos denuncias interpuestas por supuesta malversación de fondos públicos.
En un ambiente de tensión y expectación, ante una sala de prensa en la que estuvieron consejeros, diputados y alcaldes del PP, Monago intervino, por segunda vez en una semana durante una hora y dos minutos. Lo hizo con un triple guión. De un lado, para insistir en que «todo ha sido un montaje, una burda mentira», fruto de una conspiración contra su persona. De otra parte, haciendo balance de legislatura y, a modo de campaña electoral, anunciando que la ciudadanía le volverá a situar como ganador «para crear una nueva Extremadura».
La tercera pata de su discurso se sustentó en papeles. Son los que trajo y puso en una mesa de cristal transparente: la certificación del Senado, los recibos de su tarjeta visa, recortes de prensa, la agenda del partido… No se distribuyó copia a la prensa, pero él los usó para afirmar que nunca hizo 32 viajes entre el 3 de mayo de 2009 al 4 de noviembre de 2010, periodo en el que se centró la denuncia del diario Público de la semana pasada, y, sobre todo, que los que realizó a cargo de la Cámara alta no fueron privados.
Monago recalcó que el Senado le abonó en total 16 vuelos a las islas y que todos tenían por objeto participar en actividades políticas del PP, «acordes a las tareas asignadas» como miembro de la dirección del grupo parlamentario popular de la Cámara alta, que se reunió en «numerosas ocasiones» con Antonio Alarcó, senador del PP por Tenerife, para tratar asuntos como los planes especiales de empleo de Canarias y Extremadura y la defensa del sector tabaquero, que asistió a comités insulares del partido y que mantuvo una reunión sobre fondos europeos, además de «analizar la presencia de las Fuerzas Armadas en nuestras dos comunidades».
El líder extremaño no detalló, sin embargo, ni las fechas ni el coste de los viajes. Ni de los 22 privados, ni de los los cargados al erario público. Pero dijo que tiene «documentos probatorios» que presentará en el proceso judicial abierto por las dos denuncias presentadas hasta ahora contra él por el Prex-Crex y el abogado Felipe Martín. Manos Limpias y ex militantes y simpatizantes del PP de Valle de Santa Ana han anunciado otras dos.
La comparecencia le sirvió, en todo caso, para volver a presentarse como víctima de una «lapidación» orquestada por un ente abstracto. «El sistema al que tanto he incomodado diciendo siempre la verdad -dijo-, había programado mi muerte creyendo que no podría defenderme, pero no lo han conseguido».
La intervención dejó otras muchas perlas, como la de que él se paga la luz, el agua y sus gastos porque, a diferencia de sus antecesores, vive en su casa. «No tengo parabólica. Eso me ahorro», dijo en su afán por remarcar su perfil de hombre austero y desinteresado por lo material.
Su efectismo, aún así, no convenció a la oposición. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, arguyó que en sólo diez días ha dado ya tres versiones distintas de un mismo hecho, pero antes de exigir responsabilidades políticas esperará a oír su declaración en sede parlamentaria, el día 27.