El PSOE no suspenderá de militancia a Chaves y Griñán aunque sean imputados
. El número dos del partido insiste ahora en que sólo se les exigirá el escaño si el juez ve indicios de delito.
El PSOE trata de desenredar la madeja a la que le abocó Susana Díaz al anunciar por sorpresa que exigiría el escaño a los parlamentarios imputados por el Tribunal Supremo; una advertencia que puso en el disparadero a los ex presidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán. El secretario de Organización del partido, César Luena, volvió a matizar ayer que la amenaza sólo se hará efectiva si, tras declarar voluntariamente, el juez los mantiene en la causa como imputados. Pero además aclaró que, aun en ese supuesto, se abstendrá de suspenderlos de militancia.
La situación es compleja para el primer partido de la oposición porque mantiene dos discursos difícilmente conjugables. Por un lado, tanto Díaz como la dirección federal del partido defienden a capa y espada la «honestidad»y «honorabilidad» de Chaves y Griñán y su nula vinculación con el fraude de los ERE (cifrado por la juez Mercedes Alaya en 855 millones de euros). Pero por otro, en su afán de dar respuesta al hartazgo social ante tantos casos de corrupción, se muestra dispuesto a sacrificarlos.
La intención de los ex presidentes es personarse en la causa, como ya ha hecho la ex consejera de Presidencia y senadora María del Mar Moreno, para pedir declarar de manera voluntaria. El conflicto reside en que, según fuentes jurídicas, sólo hay dos formas de declarar ante un juez: como testigo, lo que implica la obligación de decir la verdad, o como imputado.
Dado que lo que investigará el Supremo es si los hechos en los que ambos participaron pudieron ser constitutivos de delitos de prevaricación y malversación de fondos, lo lógico es que tengan derecho a una estrategia de defensa. Otros aforados que han declarado en esas condiciones, al amparo del artículo 118 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, lo hicieron así, en calidad de imputados o, si se quiere, de ‘imputados provisionales’. Fue el caso, por ejemplo, del ex ministro José Blanco, en el caso Campeón.
El vicepresidente del Tribunal Supremo, Ángel Juanes, abundó precisamente en esta idea al adelantar que si Griñán y Chaves son citados «lo más probable» es que se les cite como imputados, lo que no quiere decir, subrayó también, que se aprecien «indicios o pruebas de culpabilidad». Eso es lo que hace que las palabras de la actual presidenta de la Junta de Andalucía sonaran a oídos de buena parte del partido un tanto excesivas. Y lo que ha llevado ahora a matizarlas.