España se estanca en la parte media baja de Europa en cuanto a corrupción
Transparencia Internacional da a conocer un ranking hecho por cientos de expertos.
España no logra remontar en el ranking mundial de percepción de la corrupción que elabora cada año Transparencia Internacional con la colaboración de cientos de expertos vinculados a once grandes organismos internacionales.
El índice de 2014, dado a conocer ayer, demuestra que la percepción de la corrupción en el país sigue en máximos. España no se recupera del bajón sufrido el año pasado en la nota que mide el nivel de afectación de esta lacra en sus administraciones e instituciones pública y que le llevó a caer de golpe una decena de puestos en el listado mundial.
En 2013, coincidiendo con la alarma social desatada por el estallido del caso Barcenas y la supuesta caja B del PP, el crecimiento del escándalo de los ERE de Andalucía, la condena de Jaume Matas o la imputación de Cristina de Borbón, entre otros, la nota española en el barómetro global cayó seis puntos, de 65 (sobre 100) al 59, y pasó de ser el país número 30 entre los menos corruptos al 40.
El consenso de expertos publicado ayer mejora en un punto la nota española, 60, y el país recupera tres puestos, hasta el 37, pero, según explicaron los propios autores del estudio, se trata de un espejismo técnico provocado porque Brunei, que estaba por encima de España, no está incluido en 2014, y porque Israel, que le sacaba un punto, ha empatado. En resumen, según el presidente nacional de Transparencia, Jesús Lizcano, ignorando las carambolas estadísticas, «estamos más o menos igual» que el año pasado, estancados en la peor nota y el peor puesto relativo internacional de los últimos 16 años.
El análisis de la ONG especializada indica como punto positivo que los datos demuestran que en España la corrupción, pese a todo, «no es sistémica o estructural» sino que se concentra en las élites de los partidos y en los gobiernos locales y autonómicos con la complicidad, eso sí, de algunas empresas.
Como dato negativo, por contra, destaca que España ocupa el puesto 19 entre los 30 países europeos, la zona media baja de su entorno político e institucional, lo que indica que su situación de lucha contra la corrupción y de aumento de la transparencia es aún «muy mejorable». La lista de países más limpios del planeta la encabezan los escandinavos, con Dinamarca a la cabeza, que superan la nota española hasta en 32 puntos.