El PSOE rechaza el ‘gran hermano’ que suponen las escuchas sin permiso
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, expresó ayer su rechazo frontal a «la suerte de ‘gran hermano’» que el Gobierno quiere poner en marcha autorizando la intervención de las comunicaciones de todo tipo en la investigación de delitos de especial gravedad sin permiso previo del juez. En una conversación informal con periodistas durante la recepción por el Día de la Constitución celebrada en el Congreso, Sánchez denunció que se trata de «una vuelta de tuerca más en el recorte de derechos» que se ha llevado a cabo en esta legislatura.
Asimismo, señaló las «presiones» del Gobierno de Mariano Rajoy para «apartar» al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz de la instrucción del caso Gürtel y del de los papeles de Bárcenas, que investigan un supuesto delito de financiación irregular del PP.
El líder socialista también expresó su confianza en que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) decida de manera «autónoma e independiente» la continuidad de Ruz para concluir su tarea en la Audiencia Nacional.
Señalado por su partido
Sin embargo, el liderazgo de Pedro Sánchez, elegido hace tan sólo cuatro meses y medio secretario general del PSOE, no pisa en suelo firme. Aunque no esperan una recuperación milagrosa, en la dirección del partido aseguran que las cosas van bien, blanden encuestas que lo sitúan como el dirigente político mejor valorado del momento y defienden que su gran fortaleza reside en que «es percibido como un cambio» en un momento en que los españoles «no apoyan cambios radicales». Sin embargo, de puertas adentro, la preocupación e incluso el enojo cunde entre muchos de los que lo encumbraron al cargo para frenar a Eduardo Madina, cuando apenas era un desconocido para el gran público.