Rajoy agotará la legistalura y repetirá como candidato del PP al Gobierno
El Ejecutivo se plantea dialogar con el PSOE y apartar a Pedro Sánchez si es un obstáculo.
Cuando llegue 2015 y se convoquen las elecciones generales, el presidente del Gobierno optará a la reelección. Al menos esas son sus intenciones a día de hoy. Otro escenario no se le pasa a Mariano Rajoy por la cabeza. Su hoja de ruta es agotar la legislatura y presentarse como candidato del PP para volver a alcanzar la Moncloa. Así lo confirmó el propio jefe del Ejecutivo en el acto de aniversario de la Constitución española que se celebró hoy en el Congreso de los Diputados. Ni tan siquiera un resultado adverso para los populares en los comicios autonómicos y municipales de mayo podría hacerle cambiar de opinión. El rumbo está fijado siempre y cuando, advierte, así lo quiera el partido.
Los colaboradores más cercanos del presidente descartan cualquier opción en la que se baraje un nombre alternativo al de Mariano Rajoy. Proliferan las caras de extrañeza ante la hipótesis de que se designe otro cabeza de cartel tras cuatro años de trabajo desde el Ejecutivo por conquistar la recuperación económica de España. «Se presentará él», reiteran en Moncloa y algunos barones autonómicos del PP.
Saben, sin embargo, que distintos sectores dentro de la formación hacen cábalas y auguran que Rajoy será cuestionado en las filas del partido a partir de mayo, tras el batacazo electoral que las encuestas pronostican para los populares. Pero en Moncloa sostienen que la interpretación del reparto de poder de las municipales y autonómicas es «relativa» y que el presidente tiene en la cabeza mucho más que mantener a los populares en uno u otro ayuntamiento, que se trata de «pensar en el país».
Estas fuentes gubernamentales rechazan, además, que en este último año de legislatura el jefe del Ejecutivo pueda perder legitimidad interna. De hecho, algunos recuerdan que en 2008, en su peor momento, con determinados sectores tratando de moverle la silla, ninguna voz crítica pudo impedir que Mariano Rajoy se hiciera con la presidencia de partido. Y eso tras dos derrotas consecutivas ante José Luis Rodríguez Zapatero. Dos derrotas, además, especialmente dolorosas para los populares tras la mayoría absoluta obtenida por José María Aznar. Mantenerse a pesar de las tormentas forma parte de su estilo.
Ahora ni tan siquiera se ha planteado la celebración de un congreso nacional del PP para antes de las elecciones generales. «No lo he pensado», asegura Rajoy. Sería en ese marco en el que podría ratificarse como líder de los populares o abrir la opción a un cambio, porque, según la modificación introducida precisamente en 2008 en los estatutos del partido, quien es elegido presidente de la formación se convierte automáticamente en el candidato a la Presidencia del Gobierno. Un blindaje que deja prácticamente en manos de Mariano Rajoy la decisión.
Tampoco figura en sus planes un movimiento de fichas en la dirección nacional del PP, a pesar de que arrecian las voces que reclaman fortalecer el partido. Como medida de refuerzo en el año electoral entrante, el presidente tan sólo vislumbra la necesidad de convocar el comité de campaña encargado de fijar la estrategia de los suyos para la convocatoria a las urnas. Nada más.
«No es amigo de los cambios», justifican en su equipo. De ahí que duden de que Rajoy vaya a generar una crisis de Gobierno con sustituciones de ministros. En Moncloa entienden que el Ejecutivo «está bien como está» y subrayan el impulso que se le ha dado con la llegada de Alfonso Alonso al ministerio de Sanidad.
Confían en que un político como él ayude al Gobierno a transmitir a los ciudadanos la política social que, dicen, es «prioridad» de Mariano Rajoy junto a la lucha contra la crisis en un año, el 2015, en el que el titular de Hacienda garantiza que se creará un número importante de puestos de trabajo.