La oposición se compromete a derogar en el futuro la ley de Seguridad Ciudadana que hoy verá la luz verde El director del CNI ve «un cuento» la historia del pequeño Nicolás e inconcebible que trabajara para ellos

Un cortejo fúnebre depositó ayer en la escalinata del Congreso de los Diputados una corona de flores en la que se leía «Democracia, la ciudadanía no te olvida». Los grupos parlamentarios se sumaron a esta protesta simbólica de las asociaciones civiles para denunciar la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana que mañana verá la luz verde en la cámara baja antes de ser enviada al Senado. Diputados de todas las formaciones, salvo PP, CiU, UPN y Foro Asturias, se comprometieron a derogar en el futuro la «ley mordaza».

Félix Sanz Roldán, director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), mencionó ayer por vez primera el ‘caso del pequeño Nicolás’, el joven cuyas revelaciones públicas sobre sus supuestos trabajos para el Gobierno y los servicios secretos han provocado una cadena de desmentidos por parte de diferentes organismos del Estado y una inusual querella por injurias del propio CNI. En la inauguración de unas jornadas sobre ‘ciberseguridad’ celebradas en Madrid, Sanz Roldán aseguró que Francisco Nicolás Gómez Iglesias «no es un elemento peligroso para la seguridad nacional» y afirmó que «es inconcebible» pensar que haya trabajado para los servicios secretos como colaborador, tal y como él reiteró en dos entrevistas a Telecinco. El general del Ejército de Tierra admitió que el CNI investigó el caso tras conocerse la detención del joven a mediados de octubre y añadió que tras la querella presentada la pasada semana por la Abogacía del Estado (en nombre de su departamento) el asunto pasó a un segundo plano. Para mí dejó de tener interés el tema cuando pasó a manos de la Justicia».