INTENTO DE CAMBIO DE MODELO PRODUCTIVO
El Gobierno aboga por atraer "inmigración cualificada" con su acción exterior
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la Estrategia de Acción Exterior, que fija las prioridades y objetivos a medio plazo de la política diplomática, entre los que se incluye el fomento de la "inmigración cualificada" que contribuya al cambio de modelo productivo y amortigüe el problema demográfico en España.
La Estrategia de Acción Exterior recoge el conjunto de actuaciones de los organismos públicos que participan en este ámbito, en cumplimiento de lo establecido en la Ley de la Acción y del Servicio Exterior del Estado.
Uno de los "elementos clave" de la acción diplomática se centra en la cooperación con los países de origen y tránsito de los flujos de migración irregular.
Según el Gobierno, el problema de déficit poblacional que sufre España "debe llevar a una política migratoria proactiva, de fomento de la inmigración cualificada, que contribuya al cambio de modelo productivo y sirva de contrapeso a las tendencias demográficas negativas".
Junto a ello, el Ejecutivo aboga por "seguir perseverando en la política de control de la inmigración irregular, con pleno respeto de los derechos humanos y en cooperación con los países de origen y tránsito", señala la referencia del Consejo de Ministros.
También en materia migratoria, se subraya la necesidad de continuar profundizando en la cooperación para el desarrollo con el fin de abordar "las causas profundas de la migración", en particular en los países de la ruta migratoria del África Occidental.
El documento aprobado hoy, que el Gobierno ya remitió a las Cortes el pasado día 5, consta de dos partes: la Estrategia de Acción Exterior y el Plan de Acción Exterior 2015-2018, con las propuestas de actuación del conjunto de ministerios, organismos públicos, comunidades autónomas y ayuntamientos.
El Gobierno subraya que la planificación de los medios materiales y de los recursos para el logro de los objetivos de la Estrategia de Acción Exterior se asienta en "el principio de eficiencia" y se ajustará a las limitaciones presupuestarias de cada ejercicio.
La Estrategia destaca como prioridades la coherencia, eficacia y transparencia de la acción exterior; proyectar los valores e intereses de España y situar al ciudadano en el centro de la política exterior.
Entre los objetivos, está la promoción de la paz y la seguridad internacionales; el fomento de instituciones multilaterales "fuertes y legítimas", la promoción de los derechos fundamentales y las libertades públicas, la lucha contra la pobreza; la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
También se resalta el control de armamentos; la construcción de una Europa "más integrada y más legítima", reforzar la unión económica y monetaria; fortalecer la comunidad iberoamericana de naciones; la asistencia y protección de los españoles en el exterior y la promoción de los intereses económicos de España en el mundo.
Como instrumentos para desarrollar la Estrategia, el Gobierno señala la Marca España; la diplomacia pública, la digital y la parlamentaria.