Mas y Urkullu hacen piña frente a la «recentralización» del Gobierno

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, y el lendakari, Iñigo Urkullu, están dispuestos a hacer piña frente a la política, a su juicio, «recentralizadora» del Gobierno de Mariano Rajoy, pero siempre con el cuidado de no afectar a sus distintas estrategias. En una reunión de cerca de hora y media, celebrada en el palacio de Ajuria Enea, en Vitoria, los gobernantes autonómicos acordaron ayer «respetar» mutuamente lo que el Ejecutivo vasco llama en un comunicado «las vías de actualización del autogobierno», emprendidas en sus territorios.

El encuentro entre los dos dirigentes nacionalistas, el segundo del año tras la entrevista secreta del pasado mes de abril, coincide con un momento de especial intensidad para el presidente catalán. Tras celebrar el «proceso participativo» que sustituyó al referéndum de autodeterminación el 9 de noviembre pasado, Mas sopesa los pros y contras de un adelanto electoral que querría convertir en un plebiscito sobre la independencia, y trata de vencer las resistencias de Esquerra Republicana a unir fuerzas en una lista conjunta.

Acuerdo

Urkullu se fijó en su debate de política general de 2013 el objetivo de cambiar el «estatus político» del País Vasco en esta legislatura, pero con la determinante experiencia del plan Ibarretxe a las espaldas, también dejó claro que respetará siempre «las posibilidades legales y legítimas» de un nuevo Estatuto que supere al de Guernica y que buscará el acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas, algo en lo que sigue insistiendo siempre que tiene ocasión.

Sus planteamientos y su situación de partida son pues distintas (entre otras cosas, porque el gobierno catalán demanda un régimen fiscal similar al del País Vasco) y en ello hizo hincapié el Ejecutivo vasco en la nota que emitió al término de la entrevista. Se trata de no perjudicarse y de unir fuerzas en lo que sea posible. «Aunque, los modelos y procedimientos son propios en cada caso -reza el comunicado-, tanto Iñigo Urkullu como Artur Mas han mostrado su preocupación por la estrategia que el Gobierno español está siguiendo de creciente recentralización, rompiendo unilateralmente los consensos políticos básicos que se habían alcanzado hace tres décadas».

Dos reproches

Son fundamentalmente dos las iniciativas que las fuerzas nacionalistas e independentistas suelen reprochar al Ejecutivo del PP como ejemplo de involución competencial: la ley de Educación impulsada por el ministro Juan Ignacio Wert, que aumentó el catálogo de las materias consideradas troncales y atribuyó al Ministerio la fijación del cien por cien de su contenido, y la reforma local que, entre otras cosas, recuperó la figura del interventor del Estado.

Urkullu y Mas acordaron «trabajar de forma conjunta para hacer frente a este proceso» pero fueron poco específicos a la hora de definir cómo hacerlo. Ninguno de los dos hizo declaraciones tras la cita, que esta vez tuvo como excusa el partido celebrado por las selecciones de fútbol de Euskadi y Cataluña en el estadio de San Mamés en la capital vizcaína y al que ambos asistieron.