Rajoy anima a los suyos con encuestas que sitúan al PP como primera fuerza política

El optimismo reinó ayer en la sede del PP en la calle Génova de Madrid. Al menos en apariencia. Algunos barones del partido abandonaron el Comité Ejecutivo Nacional sonrientes y con un mensaje nítido que pregonarán a los cuatro vientos en los próximos meses para que cale a tiempo en el electorado: «Las cosas están mejorando». Más que una idea es el estado de ánimo que, a puerta cerrada, un Mariano Rajoy «tranquilo», según los asistentes, quiso transmitir a los suyos tras la inquietud generada por los sondeos que publican los medios de comunicación y que arrojan datos de intención de voto muy preocupantes para el PP.

También de unas encuestas, pero propias del partido, se valió el presidente para arengar a los suyos. Unos estudios demoscópicos que nadie, salvo Rajoy, vio y señalan, según fuentes del PP, que los populares se mantendrán como primera fuerza en las elecciones autonómicas, municipales y en las generales. Eso sí, con Podemos como segunda opción de los españoles para ocupar la Moncloa y con Ciudadanos asomando por la puerta.

La irrupción de la formación de Pablo Iglesias en el panorama político mantiene en vilo al PP, que asume, como dijo la secretaria general en la conferencia de prensa posterior al encuentro, que «queda mucho por hacer» y todo «puede cambiar». Fue Esperanza Aguirre, la autopromocionada candidata a alcalde de Madrid, la que pidió a Rajoy en la reunión una aclaración sobre las diferencias entre unas encuestas y otras. «Tenemos un panorama de incertidumbre y muy abierto», reconoció el líder del partido en Andalucía, Juanma Moreno, después de que por la mañana el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, hubiera admitido un «cierto desgaste lógico». Y en las puertas del edificio del PP, el presidente del Congreso mostró la importancia de los sondeos que dejan entrever «tendencias». «No creo que gane Podemos; muchos de nuestros votantes están desmovilizados, se han apartado un poco, pero no se han ido a otro partidos», reflexionó Jesús Posada.

Es el análisis que manejan los populares basado en los pronósticos que lanza Pedro Arriola, sociólogo de cabecera del PP y asesor personal del presidente. «El reto es recuperar a los votantes que están en la abstención», asegura María Dolores de Cospedal, consciente de la necesidad de que la formación despierte a sus fieles y consiga volver a motivarlos. Para ello, el Comité Ejecutivo fijó un calendario de actividades.

Con el rumbo fijado, lo que faltan son los nombres de los candidatos que tratarán de convencer al electorado. Rajoy no tiene prisa. El plazo marcado para la designación es febrero, pero tampoco descartan en el PP un retraso hasta marzo. El presidente pidió ayer a Cospedal que iniciara las conversaciones para ir aprobando las candidaturas, aunque él se reserva, según fuentes populares, «las llamadas» que considere oportuno realizar en primera persona.