El presidente Mas desvelará mañana si adelanta las elecciones catalanas

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, anunciará mañana si adelanta los comicios en Cataluña al primer trimestre, como le piden Esquerra y la ANC, o a otoño, como barajan en su entorno, o si decide continuar la legislatura, como reclaman sus socios de Unió. Antes de tomar la decisión, Mas ha convocado una última cumbre con el líder republicano, Oriol Junqueras, y los máximos representantes de las plataformas independentistas, Carme Forcadell, Muriel Casals y Josep Maria Vila d’Abadal, para sondear si hay consenso en el soberanismo sobre la fecha de los comicios y sobre la fórmula para concurrir a la cita electoral.

La situación antes de la negociación definitiva es un rompecabezas. Si Esquerra y la ANC aceptan la lista que propone Mas o asumen también que CiU lleve en su candidatura a los independientes con más tirón electoral, en detrimento de Esquerra, que se quedaría sin reclamos de postín de la sociedad civil, el presidente de la Generalitat adelantará las elecciones al primer trimestre de este año, como quieren los independentistas. Pero si en la reunión prevista para hoy, el líder de Convergència no es capaz de salirse con la suya, pospondrá el adelanto electoral como muy pronto para el otoño. Es decir, las elecciones que en teoría deberían suponer la segunda vuelta de la consulta del 9-N podrían celebrarse en marzo, el 8 o el 22, o en septiembre, el 11 o el 13, y hasta octubre. En el primer caso, serían antes de las municipales y en el segundo, después de éstas, pero justo antes de las generales.

Haya o no elecciones inmediatas, Mas, que ayer hizo balance de los últimos seis meses de gobierno, se comprometió a «continuar el proceso» hacia la independencia y a «no aflojar». Una promesa que se entiende como que aunque no se celebren las elecciones plebiscitarias a corto plazo, como es la exigencia de Esquerra y la ANC que temen que el proyecto independentista pueda desinflarse ante el agotamiento de la gente y de la influencia del ciclo electoral español, el jefe del Ejecutivo catalán pretende persistir en la transición hacia un Estado catalán. Como ya ocurrió cuando en vísperas del 9-N renunció a celebrar la consulta original ante la suspensión del Constitucional y la sustituyó por un proceso participativo, Mas quiere evitar que se interprete que si no llama a los catalanes a las urnas de manera inminente se está apeando del proceso. «Yo quiero continuarlo y que acabe bien, no me guío por ningún otro parámetro», dijo. Lo importante es, añadió, que pueda hacerse en las «mejores condiciones posibles».

La decisión que el presidente de la Generalitat anunciará mañana es toda una incógnita, si bien dejó alguna pincelada que podría dar a entender que se inclina por alargar la legislatura, dicho con todas las reservas, porque podría tratarse de una estrategia negociadora para forzar el acuerdo con Esquerra en el último momento.