Diario de León

Díaz prepara un adelanto electoral para marzo porque su gobierno es inestable

La presidenta de la Junta andaluza acusa a Izquierda Unida de torpedear su gestión.

La presidenta andaluza, Susana Díaz, asegura que su embarazo no afectará al calendario electoral.

La presidenta andaluza, Susana Díaz, asegura que su embarazo no afectará al calendario electoral.

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paula de las heras | madrid
León

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Los tambores de un adelanto electoral en Andalucía no son en absoluto nuevos, pero lo que sí es nuevo es que sea la propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, la que se ponga a hacerlos sonar. Y ayer lo hizo sin remilgos. «Necesitamos un gobierno fuerte y estable. Y ahora mismo no hay estabilidad. No voy a ser presidenta a cualquier precio», soltó durante la inocua inauguración de un colegio en Jerez.

La última palabra le corresponde sólo a ella, pero fuentes del PSOE andaluz apuntan ya al 22 de marzo como fecha más probable de una convocatoria que tendría consecuencias más allá de Despeñaperros. Si la jugada le sale bien, la cita le servirá de trampolín para dar, de una vez por todas, el salto a Madrid y desbancar a Pedro Sánchez como líder del partido. O eso creen importantes dirigentes socialistas, aunque no sea momento de reconocerlo.

La presidenta andaluza es perfectamente consciente de que no se puede permitir el lujo de que nadie ligue las elecciones a sus intereses personales, o los de su partido o su campaña sufriría un fuerte desgaste. Ella siempre ha asegurado que su prioridad es su tierra —aunque en su últimos discursos ya haya deslizado que entre lo que más le preocupa está también su país— y a lo largo de las últimas semanas se ha ido cargando de razones para colgar sobre sus socios de gobierno en Izquierda Unida la responsabilidad de un adelanto.

La intención del vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, de viajar a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), entendida por Díaz como una afrenta innecesaria a Marruecos, ha desencadenado la último encontronazo. Y a eso se suma la intención de IU de celebrar un referéndum entre sus 4.000 militantes en junio para decidir su permanencia o no en la Junta. Los socialistas siempre han pretendido que el líder de la coalición de izquierdas, Antonio Maíllo, renuncie a esa idea, y así volvieron a plantearlo en la reunión celebrada esta tarde en el comité de enlace entre ambas formaciones, pero ahora la petición suena casi a ultimátum.

«Antes de que una fuerza política, da igual que sea el PSOE o IU, decida sobre el futuro de Andalucía, serán los andaluces los que tengan la palabra», advirtió la presidenta. Eso sin olvidarse de remarcar que, en realidad, lo que a ella le gustaría es centrarse en los problemas de los andaluces y agotar la legislatura.

En IU lo ponen en duda. Creen que los socialistas sólo buscar una excusa creíble para romper. Por eso Maíllo les instó a aclarar lo antes posible si el adelanto es una opción «con base real». «Los debates que no van a ningún lado hay que cerrarlos cuanto antes», advirtió. Fuentes de la coalición argumentan que no hay convocado oficialmente un referéndum y que lo que harán en junio será evaluar el grado de cumplimiento de un paquete legislativo de urgencia con medidas como la garantía de los suministros básicos a los andaluces recogidas en el propio acuerdo de Gobierno; recuerdan que Valderas ha aplazado sine die la visita oficial Tinduf.

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