El PP se queda sin tiempo para consolidar a su candidato
«El verdadero cambio en Andalucía es que Juanma Moreno sea el presidente de la Junta», defendía ayer el PP en Madrid. Pero fuentes del partido admiten que el adelanto de los comicios les ha cogido con el pie cambiado y que su candidato necesitaba más tiempo para estar listo y ser examinado en las urnas.
Juan Manuel Moreno llegó hace un año al PP andaluz, antes era secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad. Elegido por Rajoy, su nombramiento se entendió como una victoria de Soraya Sáenz de Santamaría frente a María Dolores de Cospedal, más proclive a situar a José Luis Sanz al frente de la formación regional. Entonces, Moreno recibió el encargo de poner a punto a un partido desconcertado ante el ascenso de la socialista Susana Díaz y el revés de las elecciones de 2012, cuando el PP ganó las elecciones andaluzas pero no pudo gobernar.
Su caballo de batalla ha sido, y es, el de lograr que los ciudadanos le pongan cara y nombre en una comunidad en la que PP y Javier Arenas han ido de la mano durante mucho tiempo. El índice de desconocimiento de Moreno es lo que más preocupa en la sede central de la calle Génova. Las encuestas que barajan los populares señalan que sólo el 58% de los andaluces reconoce al dirigente del PP. Moreno calcula, sin embargo, que antes del 22 de marzo esa cifra subirá hasta el 75-80% por el trabajo que va a desempeñar durante la campaña. «Estoy en plena disposición de ganar las elecciones», defendía ayer con estos datos sobre la mesa.
Empate técnico
Los sondeos que analizan en la formación les dan, según sus palabras, «un empate técnico con el PSOE». Al menos eso es lo que interpretan. Admiten, sin embargo, que ahora mismo estarían «un poquito por debajo» de los socialistas en intención de voto, después de haber sido primera fuerza en los anteriores comicios. El descenso de ambas fuerzas se prevé, en cualquier caso, significativo por la irrupción de Podemos. En números, explican fuentes del partido, ahora mismo el PSOE podría hacerse con alrededor de 30 escaños, el PP con 28 y Podemos se movería en una horquilla entre los 15 y los 18.
La estrategia en los próximos meses pasará por mostrar a Moreno volcado en visitar cada rincón de Andalucía frente a una presidenta regional que ven más pendiente de las elecciones generales que de las autonómicas.