Uno de cada tres electores del PP en 2011 no votarían ahora a Emilio Gutiérrez

Una tercera parte (29,1%) de los ciudadanos que votaron al Partido Popular en 2011 no apoyaría a Emilio Gutiérrez si hoy se celebraran elecciones municipales, según el sondeo de Celeste-Tel para Diario de León que, como ayer publicó este periódico, también pronostica la pérdida de la mayoría absoluta del actual alcalde con los peores resultados de la historia del Partido Popular en el Ayuntamiento de León, dejando además al PP muy lejos de poder formar gobierno tras la pérdida de cuatro de sus 15 concejales. La segunda parte de la encuesta —mañana se entregará la tercera pieza—se centra en la fuga de votos de las formaciones políticas en relación a las elecciones de hace cuatro años, fenómeno que en el caso de Gutiérrez se traduce en el desmedido abandono de 7.282 electores, la mayor huida de votos de los principales partidos que concurrirán a las elecciones del 24 de mayo. ¿Y dónde se irían esos votos? En su caso, una tercera parte de los sufragios se trasferirían a partes iguales a Ciudadanos y Podemos, que debutarían con uno y cinco concejales, respectivamente. Destaca que otro tercio de los electores perdidos por Gutiérrez no tendría previsto ir a votar en los próximo comicios, comportamiento el de la abstención que también perjudicaría directamente al PP al perder por esta razón dos concejales. En menor medida, se beneficiarían de los desencantados de Gutiérrez UpyD, PSOE y UPL, por este orden. Por el contrario, la renovación sería mínima si el actual regidor encabezase otra vez la lista al Ayuntamiento de León, ya que la inmensa mayoría de su electorado ya ha votado antes al Partido Popular. Sólo arrastraría un 4,9% de nuevos votantes y, además, lo haría en parte con sufragios procedentes de ex electores del PSOE.

La frágil situación en la que queda el PP le alejaría definitivamente del gobierno municipal a no ser que pactara con UPL y Ciudadanos —los leonesistas lo ven imposible si López Sendino no es alcalde— o que sellara un gobierno con el PSOE o con Podemos. La alternativa de gobierno quedaría en manos de los socialistas, que podrían mandar en León con Podemos y Ciudadanos o UPL.

La fidelización de los votantes tampoco acompaña al actual alcalde de León. El leonesista Eduardo López Sendino, que mantendría su mínimo de dos concejales, le gana por seis puntos y el socialista José Antonio Diez, con ocho concejales previstos, iría detrás del Partido Popular por cinco puntos. En cifras, UPL mantendría el 77,8% de sus electores de 2011, el PP el 71,9% y el 66,7% el PSOE.

El caso de los socialistas, pese a perder también prácticamente una tercera parte de su electorado, tiene otra explicación. De los 20.792 votos de 2011 se quedaría en 15.660. Esa fuga de 5.132 electores responde al tirón de Podemos, que se quedaría con el 15,9% del pastel socialista, y de Izquierda Unida, que absorbería un 4,8% de los votantes del PSOE en las anteriores elecciones. En menor medida, Ciudadanos también se aprovecharía y recogería el 3,2% de los que antes votaron a Diez y un 1,6% el PP.

¿Quién votaría ahora al PSOE? La respuesta es el 88,5% de los que ya lo han hecho, el 3,9% de los nuevos electores, el 2,3% de los ex votantes del PP, el 1,6% de los de IU, el 1,2% de los de UpyD y el 1% de los de Izquierda Unida, en estas elecciones coaligada con Ganemos. El PSOE de José Antonio Diez pasaría de diez a ocho concejales, se mantendría como la segunda fuerza más votada en la ciudad y también como el más votado entre los mayores de 30 años. En esencia, se renovaría en un 11,5% con votos de los nuevos electores y de todos los principales partidos locales.

UPL, de los tres partidos que obtuvieron representación en la convocatoria de 2011, es el que menos cae. Su descenso es de tan sólo 0,7 décimas, aunque su electorado se reduce en 562 votantes netos. Pasaría de ser el tercer partido local, con dos concejales, al cuarto, después de Podemos.

La formación de Pablo Iglesias sería la gran sorpresa de estas elecciones. Conseguiría 10.619 votos que procederían en un 31,1% de ex del PSOE, un 17,2% de antiguos electores del PP, un 12,7% lo aportarían nuevos electores, un 10,8% saldría de las filas de IU, un 7,2% de UPyD y un 4,8% de UPL.

En el caso de Ciudadanos, la mitad de sus votantes vendrían transferidos desde el PP, un 18,3% desde el PSOE y un 14,7% de los nuevos electores. Un 10,6% de sus votos eran antes de UPyD.