El ex ministro Ángel Gabilondo, posible cabeza de cartel
A día de hoy, Tomás Gómez sigue siendo el candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid. Fue elegido el pasado octubre sin necesidad de primarias porque ningún otro aspirante logró los avales suficientes. Ahora, la gestora que presidirá uno de sus viejos rivales interno, el secretario regional del partido de 2000 a 2007 y miembro de la ejecutiva de Alfredo Pérez Rubalcaba hasta el verano pasado, Rafael Simancas, y en la que será vocal Jaime Lissavetzky, será la encargada de proponer una candidatura a la Comisión Federal de listas.
Uno de los nombres que venía sonando con fuerza en los últimos meses, en los que ya se barajaba la posibilidad de una dimisión forzada de Gómez, era el del ex ministro de Educación Ángel Gabilondo. A pesar de su escaso nivel de conocimiento, nadie lo menciona. Algunas fuentes apuntan, sin embargo, que quizá él se resista por el clima de convulsión.
Debilidad interna
Tomás Gómez jugó ayer otra carta. Ligó la decisión de Sánchez a su debilidad interna y a un intento de ganar la batalla por el control del partido contra Susana Díaz. El propio César Luena presentó la decisión como un golpe de autoridad al subrayar que aunque Pedro Sánchez habló con «mucha gente» de este asunto y las opiniones al respecto eran diversas. «Pero que no se nos olvide -añadió-: el PSOE manda y gobierna la dirección federal, Pedro Sánchez».
El caso es que en el mismo entorno del líder regional admiten que es difícil que ningún otro barón, y menos Susana Díaz, alcen en este momento la voz en su defensa, aunque en privado fuentes de los socialistas andaluces cuestionen la oportunidad de la decisión y sostengan que la «violencia desemedida» mostrada por el secretario general puede volverse en su contra. Ninguno de los tres andaluces con silla en la ejecutiva asistió a la reunión en la que se aprobó la medida. Y sólo Carme Chacón, además de los propios miembros del PSM, se mostraron en contra. «Han elegido el único momento que podían -se lamentan fuentes próximas a Tomás Gómez-. Con Andalucía en campaña por las elecciones del próximo 22 de marzo sabían que no habría choque de trenes».
La mayoría de los líderes territoriales entienden que no es momento de ponerse a hacer ruido o poner en jaque al secretario general. Pocos hablaron en público y quienes lo hicieron fue para respaldarlo.