Gómez cede en el pulso con Sánchez en la crisis socialista de Madrid
El ex líder de los socialistas madrileños acepta no ser candidato, pero exige primarias.
El ex secretario general de los socialistas madrileños.
«Si el problema soy yo, me voy». Tomás Gómez arrojó así la toalla en su pulso con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en el conflicto del socialismo madrileño tras su fulminante destitución del miércoles pasado. Pero la tiró a medias porque exigió que se convoquen primarias para elegir el candidato socialista en las autonómicas del 24 de mayo en la Comunidad de Madrid. Una exigencia que es una mina para la estrategia de Sánchez de colocar como cabeza de lista al ex ministro Ángel Gabilondo sin pasar por una votación interna de los militantes.
Gómez cede en el pulso con Sánchez, pero poco a poco. El ex líder del Partido Socialista de Madrid renunció ayer a su escaño de diputado en la Asamblea de Madrid y compareció en público de nuevo, pero ya sin la ruidosa guardia pretoriana que le arropó el miércoles. Lo hizo en aparente son de paz, pero se guardó cartas para futuros envites.
Nuevas tensiones
La mayor crisis del PSOE desde que Sánchez tomó las riendas del partido apunta, según parece, a la cicatrización, aunque habrá todavía nuevos episodios de tensión. El primero, qué hacer con el órdago a primarias planteado por el destituido del PSM. Sánchez reclamó, a sabiendas de que Gabilondo condiciona su candidatura a que no haya elecciones internas, que se convoquen primarias, «un militante, un voto», para elegir el cabeza de cartel en las autonómicas. No se quedó ahí y propuso que el presidente del PSM, Pedro Zerolo, sea uno de los aspirantes. A las pocas horas, el aludido declinó la invitación de su amigo en un mensaje de Twitter: «En este momento estoy a disposición del PSOE y no me he planteado liderar una candidatura». Desde el entorno de Gómez, sin embargo, se negaron a dar la batalla por perdida e insistieron en la fórmula Zerolo, pese a que atraviesa una delicada situación de salud.
El que no será candidato es el ex líder del socialismo madrileño. «No voy a competir por ningún puesto», aclaró y a renglón seguido recordó como quien no quiere la cosa que preside la comisión de garantías electorales del PSOE, el organismo que arbitrará en julio las primarias para la Presidencia del Gobierno, a las que se presentará su victimario político. «Puede estar tranquilo Sánchez», deslizó con un asomo de condescendencia. Aunque ambos no han cruzado palabra después de la tensa charla telefónica del miércoles estarán frente a frente este lunes. «Ya le veré en la (reunión de la comisión) ejecutiva» del PSOE del próximo lunes, de la que Gómez forma parte por decisión expresa de Sánchez tras el congreso federal del partido de julio pasado.
Los barones
Poco a poco las aguas van aquietándose en el PSOE con una aparente victoria del secretario general. La mayoría de los barones, La Rioja, Aragón, Baleares, País Vasco, Extremadura, Castilla y León, Cantabria, Asturias, y Castilla-La Mancha, se han colocado del lado de Sánchez. Aunque otros mantienen un interpretable discurso ambiguo, Comunidad Valencia, Cataluña, Canarias y Navarra, mientras que la baronesa por excelencia, Susana Díaz, sigue enclaustrada en su campaña electoral. «Estoy -dijo- centrada en Andalucía y en los problemas de los andaluces. No estoy para otras cosas». Explicó que ha hablado estos días con el secretario general de su partido para tratar «temas de interés», entre los que no estaba, aseguró, la destitución de Gómez, uno de los más firmes valedores dentro del PSOE de la presidenta andaluza para desalojar a Sánchez en la carrera hacia la Moncloa.