UNA FAMILIA BAJO LA LUPA
Oriol, tu turno
El quinto hijo de Pujol y exnúmero dos de CDC acude este lunes a la comisión de investigación del Parlament
Sus padres dijeron bien poco y lo poco que dijeron fue para ningunear a los diputados, pero su hermano Jordi se pasó cuatro horas hablando en el Parlament. ¿Hará él lo mismo o preferirá callar ante quienes fueron sus compañeros de Cámara hasta que dejó su escaño, el pasado 14 de julio, acuciado por la justicia? Oriol Pujol Ferrusola, exsecretario general de CDC y expresidente del grupo parlamentario de CiU, comparece este lunes en la comisión de investigación originada por la confesión de su progenitor de que ocultó capitales en el extranjero durante 34 años.
Pese a ser supuesto beneficiario de lo que según el 'expresident' era un «legado» del abuelo Florenci, ese es el menor de los problemas para él porque ahí no se le han detectado operaciones turbias. Sí que están imputados en relación a los movimientos de aquellos fondos sus hermanos Pere y Marta, que también desfilarán hoy ante los diputados con la etiqueta añadida de haber obtenido adjudicaciones de la Generalitat en el pasado. El quinto hijo del clan, pese a no haberse visto salpicado tan de lleno en el asunto del «legado», no es que vaya desahogado judicialmente: está encausado por cohecho y tráfico de influencias por presuntos amaños para lograr concesiones de estaciones de ITV y por el supuesto cobro de comisiones por mediar en la reconversión de empresas.
DIPUTADOS PICADOS
La intervención de su hermano mayor no juega a su favor. El primogénito descolocó con su verborrea a los diputados y hasta el presidente de la comisión, David Fernàndez (CUP), criticó que los parlamentarios no se habían preparado bien el interrogatorio. Por eso Oriol Pujol se topará con un equipo picado que le coserá a preguntas, responda o no.
De acuerdo con la tesis de la fiscalía y de la jueza de Barcelona Silvia López Mejía (que inició las pesquisas y ha recuperado el caso tras perder Oriol Pujol la condición de aforado), el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya emitió hace dos años un auto en el que sostiene que, «gracias a su peso político» y, «sobre todo», como presidente del grupo parlamentario de CiU, el hijo del 'expresident' quiso «lograr la adjudicación de un lote de ITV», para lo que «llevó a cabo, presuntamente, una serie de operaciones con el objeto de obtener un beneficio económico para él y/o para sus amigos y colaboradores». Las sospechas parten de centenares de conversaciones telefónicas intervenidas. Como esta:
-Oriol Pujol: Si Itevelesa [empresa de ITV] renunciara a las tres que tiene en Manresa [...] ¿qué podría obtener como compensación?
-Josep Tous: Lo que yo ofrecía es: sacaban la de Manresa, la ponían en otro lugar, en otro municipio, y además le dábamos una en el Baix Llobregat.
-Oriol Pujol: Sí, pero Josep, yo creo que vamos lentos. Te lo digo de verdad, ya te lo he dicho mil veces.
Josep Tous (exnúmero dos de la Diputación de Barcelona) era el mediador oficial para resolver el conflicto de las ITV, sector que estaba inmerso en una batalla judicial por el reparto de estaciones que había hecho la Generalitat en el 2010. Según la fiscalía, Oriol Pujol logró que el entonces secretario general del Departament d'Indústria, Enric Colet, pusiera a Tous en ese puesto. Y quien le dio ese nombre al exdirigente de CDC fue su amigo y empresario Sergi Alsina, hombre clave en otro asunto por el que se investiga al hijo del 'expresident'.
LA MEDIACIÓN DE MAS
Esa segunda imputación que recae sobre el exnúmero dos de Convergència responde a su presunta intermediación en la reconversión industrial de las fábricas de Yamaha (Montornès) y Sony (Viladecavalls), así como en la venta de la planta de Sharp en Sant Cugat del Vallès. Los investigadores indican que, a cambio de esas gestiones, la mujer de Oriol Pujol, Anna Vidal, percibió 499.060 euros de Alsina.
Pero es que el asunto aún es más embrollado. El hijo del fundador de CDC, a quien según la fiscalía varios imputados en la trama bautizaron como «Zumosol», movió hilos hasta llegar al mismísimo Artur Mas para que mediara. «Envíamelo y yo le diré: 'Mira, president: solo que hagas esta llamada y digas esto'», dice el exsecretario general convergente en una de las conversaciones intervenidas.
El propio Mas admitió en la comisión los contactos, pero insistió en que él actuó para salvar puestos de trabajo y se desvinculó del mal uso que otros pudieran hacer. En su primera comparecencia judicial (en la tercera no quiso declarar), Oriol Pujol justificó su mediación en las ITV porque buscaba «lo mejor para el país». ¿Qué será este lunes lo mejor, que hable o que calle?