Rajoy: «No somos responsables de la frustración creada por la izquierda»

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, advirtió ayer de que España no es responsable de la «frustración que ha generado la izquierda radical griega que prometió a los griegos aquello que sabían que no podían cumplir, como ha quedado demostrado».

Esas fueron las palabras de Rajoy un día después de que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, acusara a España y Portugal de tratar de llevar a Grecia «al abismo» para «evitar un riesgo político interno» y dijera que las fuerzas conservadoras europeas han buscado «minar» cada paso del acuerdo entre Grecia y la UE para evitar que el ejemplo heleno cree escuela en estos dos países.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dejó ayer claro cuáles son los peligros que, en su opinión, suponen las propuestas políticas de Podemos. Lo hizo sin nombrar al partido de Pablo Iglesias y defendiéndose de las acusaciones lanzadas este fin de semana por el primer ministro griego, Alexis Tsipras, sobre las trabas puestas por los gobiernos de España y Portugal a sus planteamientos en la UE. «Nosotros no somos responsables de la frustración de la izquierda radical griega que prometió lo que no podía cumplir, como ha quedado demostrado», respondió el jefe del Ejecutivo.

España ha emitido una queja formal ante la Comisión Europea después de que Tsyriza advirtiera el sábado sobre la posición hispano-portuguesa en la pasada reunión de la UE. A su juicio, esa postura tenía una clara lectura interna derivada del miedo a un posible efecto contagio en ambos países, donde también han irrumpido formaciones similares. Y en esa clave fue el mensaje lanzado por el líder del PP, quien recurrió al elemento diferenciador que ha permitido la expansión de partidos como Podemos. «Todo el mundo promete, en Grecia y también aquí, pero una cosa es predicar y otra es dar trigo», subrayó, «una cosa es coger el Gobierno y prometer y otra coger el Gobierno y sacarlo de la quiebra. Eso no es tan fácil».

Solidaridad

El presidente contrarrestó las acusaciones de Tsipras con la solidaridad demostrada por España «en momentos de extrema dificultad económica», en los que pese a todo se destinaron 26.000 millones de euros hacia el país heleno mediante préstamos y avales.

«Somos solidarios porque creemos en en una Europa solidaria y estamos dispuestos a ayudar a todos aquellos que forman parte del proyecto común que es la UE», aseveró Rajoy, que a cambio reclamó que «todos cumplan sus obligaciones y compromisos, porque sin cumplir es imposible construir ningún proyecto político».

El jefe del Ejecutivo clamó contra las dificultades de gestionar la expectación creada por las nuevas formaciones, y destacó que «inventarse un partido en media hora y hablar es muy fácil», pero que «luego la vida es muy dura» y hay que tomar medidas para sacar el país adelante. Tiró entonces de ejemplo práctico con su gestión de los últimos años, en los que se ha empezado ya a crear empleos, a activar el consumo y en los que la economía crece , según explica, liderando la zona euro. «Hay que saber gobernar, y no es igual hablar en un pabellón de deportes que ir a defenderlas al Consejo Europeo», zanjó.